GOBERNAR ES OTRA COSA
Focus: Política
Fecha: 28/05/2015
La plataforma asamblearia que lidera la señora Colau ha obtenido la primera plaza en las elecciones locales de la ciudad de Barcelona. Será la nueva alcaldesa. Ahora, de verdad, sabrá lo que significa tomar decisiones y asumir riesgos. Hasta ahora los ejercicios se han hecho con colchoneta.
Cada uno gobierna a su modo, aunque no todo el mundo sirve para eso. Creo que su personalidad se ajusta al perfil del líder, como quedó enfatizado en su decisión de imprimir su imagen en las papeletas de voto. Tiene carisma y eso puede arrastrar, como de hecho ha ocurrido. El “paso al acto” –como dicen los psicólogos– pondrá a prueba su valor como manager. Y es que ser al mismo tiempo un buen líder y un buen manager, es un reto harto difícil.
Le deseo mucho éxito (porque soy ciudadano de Barcelona). En esta última condición, me permito apuntarle ciertas reflexiones:
- No hay que abusar del lenguaje. Hay “corruptos y mafiosos” en todas partes. Nadie tiene la exclusiva. Los hay en Convergència, en el PSC-PSOE, en Ciudadanos, en Iniciativa, en Esquerra, en Unió, en el PP, etc. Además, si analiza con rigor – sin apriorismos - un informe del Cercle Català de Negocis sobre la corrupción en España, podrá ver que en términos relativos Catalunya es el territorio donde hay menos casos probados. La demagogia tiene un tufillo asambleario.
- No conozco su proyecto de ciudad. No es suficiente con decir que el actual no le gusta. Recuerde los pasos: primero fijar un objetivo; luego la estrategia para alcanzarlo y, en tercer lugar, los planes específicos que lo posibiliten. Lo demás es cháchara.
- Hay algo que todo el mundo olvida: quién pagará el viaje. El gobierno municipal –cualquiera– está limitado por los ingresos (unos pocos impuestos locales), pero sabe muy bien cuáles son sus gastos corrientes. El diferencial negativo (más gastos que ingresos) se cubre con las transferencias del Estado (central y autonómico). Y aquí, señora Colau, por si usted no lo sabe, tenemos un problema.
- Quizás algún asesor directo le ha comentado lo del Déficit Fiscal con el Estado central que sufre Catalunya. Esto es lo que yo defino como “variable independiente”. Si esto no se resuelve – y la única opción es independizarse política, económica y financieramente – usted y su gobierno sólo podrán gestionar la escasez. Y le puedo asegurar desde el ámbito privado –que es el mío– que gestionar la escasez es una tarea miserable.
- Reclamar fondos a la Generalitat (hay una deuda pendiente) sin tener en cuenta lo anterior, es una necedad (algo más profundo que la simple ignorancia). Es hacer el juego a un Estado central que trata de asfixiarte financieramente, cosa que ha hecho siempre desde la derecha y desde la izquierda. Cuando tenga un rato lea un librito de Ramón Trías Fargas que lleva el título “Narració d’una asfixia premeditada”. Lo publicó hace treinta años. Y acertó.
- Por esta razón y por una cuestión de Ética, no se puede continuar con el juego de las ambigüedades. O está a favor de la independencia o no. Lo del “derecho a decidir” a estas alturas me parece ridículo. Añadir que uno está a favor del “derecho a decidir de cualquier cosa” (por ejemplo, si me afeito o no la barba), es un canto al libre albedrío, que se aprende en primero de ESO. Ya somos mayorcitos.
- Si quiere desarrollar su proyecto –cuando lo tenga-, organice mínimamente su plataforma. Sin estructura, no hay función. Esto lo encontrará en “teoría de sistemas”, que las ciencias sociales han copiado de la física.
- Lo del “eje social” está bien, pero para disponer de fondos hay que generarlos previamente. Si no, se cae en el “mito de la repartidora”. La solución pasa por disponer de la totalidad de los impuestos que se recaudan en Catalunya por todos conceptos. Ahora sólo contamos con 55 céntimos de cada euro recaudado. Los recursos para el “eje social” dependen de lo anterior (variable independiente), siempre que otras variables permanezcan constantes.
- Algunas de sus ideas resultan ingeniosas pero excéntricas. Así sueltas no constituyen ninguna teoría de ciudad. No toque aquello que funciona. Basta con que se fije en lo que no funciona.
- Olvídese de las posibles alianzas con otros colectivos a nivel del Estado. Ellos tienen sus problemas y nosotros los nuestros. Desgraciadamente, una buena parte de estos últimos proceden de nuestro obligado vínculo con España. Si han de hacer una reconversión que la hagan. Esperamos tengan éxito. No les permita que coloquen su caballo de Troya y dinamiten el proceso independentista, como parece ser una de las prioridades de “Podemos”. Hay que jugar limpio.
- Vigile a sus colegas de la plataforma. Tienen intereses opuestos, aunque todos coinciden en el “buenismo”. Algunos se han apuntado para evitar el hundimiento (caso de Iniciativa); otros, porque pasaban por allí. Hay mucho amateurismo. Gestionar una ciudad como Barcelona no es un trabajo de final de carrera.
- He de reconocer, en cualquier caso, su habilidad para tejer complicidades y montar este entramado. Pero tenga en cuenta que si Esquerra Republicana hubiera juntado fuerzas en una candidatura común con Convergència, hoy usted estaría en la oposición y el señor Trías continuaría como alcalde. El tacticismo de ERC y su pobre visión de país, fueron su mejor aliado (de usted).
- Procure inmunizarse de la fiebre izquierdista. No se confunda: el progreso ilustrado no se consiguió tomando la Bastilla. Diderot, Saint Simon, el barón d’Holbach, Montesquieu y otros no habrían estado en el 15-M. Lea antes de acostarse un opúsculo de Lenin que lleva un sugerente título: “La enfermedad infantil del comunismo: el izquierdismo”. Lo puede recomendar también a la señora Camats y al señor Herrera.
Si es capaz de llevar el barco a buen puerto, dentro de cuatro años la ciudadanía la recordará como una buena alcaldesa. La primera mujer alcalde de una gran ciudad como Barcelona, capital de un nuevo Estado.
Pero no se confunda señora Colau: gobernar es otra cosa.
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