GOLFOS Y GÁNGSTERS

Focus: Sociedad
Fecha: 16/04/2010

El golfo es un sinvergüenza, un tipo de vida desordenada que trata de aprovecharse de los demás y que, si puede, te roba la cartera. Habitualmente procede de la clase social baja, aunque, si el éxito le acompaña en su etapa inicial, va mejorando en las formas y puede llegar a parecer lo que no es.

El golfo ha existido siempre, pero la descentralización del poder y de los recursos públicos ha ampliado el abanico de oportunidades para que practique su deporte favorito.

Al golfo le gustan los apodos (“don vito”, “el bigotes”, “la chanel”, etc.) y utiliza un lenguaje singular, entre cursi y barriobajero.

El golfo sabe explotar la soberbia y la codicia de una buena parte de la clase política, a la que ofrece graciosamente todo tipo de regalos, comisiones, placeres y prebendas, sabedor de que puede chantajearles cuando quiera.

El golfo se inventa títulos y honores (el señor Roldán se presentaba como economista, cuando de hecho era taxista), o se atreve a ponerse un chaqué irreverente (el señor Correa cuando asistió a la boda de uno sus colegas).

El golfo es apolítico y se arrima a quien conviene, en función de las circunstancias.

El gángster es otra cosa. El gángster es un delincuente que tiene negocios clandestinos y que no tiene límite en su actuación. La mayoría de los gángsters proceden de los bajos fondos, aunque hay notables excepciones, que podríamos describir como “gángsters de cuello blanco”.

El gángster de cuello blanco fue a colegio de pago y viste bien. No va armado. Cuida su figura, acudiendo solícito a sus clases diarias de gimnasia. Puede ocupar cargos públicos o privados, como cobertura de su “honorabilidad”. Si milita, lo hace en partidos de derechas. Sus redes de contactos son poderosas y ello le permite amasar una fortuna ilegal, sin temor a represalias. Su única víctima es la sociedad, y ésta no tiene entidad como para manifestar su queja.

Dentro de un tiempo nos olvidaremos de “Gürtel”, como ya nos hemos olvidado de “Malaya”, “Ballena Blanca” y otras lindezas. Y los golfos y los gángsters seguirán fieles a su oficio.

Alf Duran Corner

 

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