IT'S CRAZY

Focus: Sociedad
Fecha: 15/11/2013

El fenómeno Twitter se puede analizar desde muchas perspectivas. Que una red social con soporte tecnológico – en un 80 por ciento a través del móvil – haya interesado a 500 millones de personas en todo el mundo, de las que 230 millones la usan de forma habitual, está en la frontera de las patologías sociales modernas. Es la versión actual del que “si no sales en la tele, no existes”.

Que, por ejemplo, el señor Mariano Rajoy, en su plataforma Twitter, escriba mensajes tan interesantes como: “Córdoba, preciosa ciudad…”, “Queremos seguir viviendo juntos...” o “Agradezco a los andaluces…”, es para echarse a llorar. Y que tenga 467.000 fans (seguidores) da para una tesis doctoral. Y que conste que en el tema Twitter el señor Rajoy juega en regional, pues el señor Cristiano Ronaldo tiene 22.500.000 seguidores y el señor Sergio Ramos 3.950.000. Sobre el contenido de sus mensajes, mejor dejarlo.

Si en una tarde somnolienta de domingo, uno quiere comprobar el perfil de los intereses, ideas, creencias y proyectos de la población, sólo tiene que navegar por Twitter y luego, para no deprimirse, tomarse una copa de Macallan 12.

La semana pasada este “invento” entró con éxito en la Bolsa de Nueva York. Los propietarios colocaron solamente un paquete de acciones para ver qué ocurría, a modo de prueba. Y la cosa ha funcionado. El agente colocador ha sido el banco de inversión Goldman Sachs (que se ha llevado una jugosa comisión). La valoración previa de la acción fue de 17-20 dólares, aunque luego quedó en 23-25. La demanda fue explosiva y se llegaron a pagar 50 dólares por la acción. Se estabilizó en 46 y hoy (viernes 15) está en 44,69.

El valor de la empresa se ha puesto por las nubes y se esperan nuevas colocaciones de acciones. Lo más chocante es que desde que se fundó en el 2006 ha perdido dinero. El último ejercicio fiscal (2012) sólo perdió 80 millones de dólares. No se sabe cuanto perderá este año. El “plan de negocio” – que supongo que existe – debe asegurar grandes ganancias en el futuro.

It’s crazy.

Alf Duran Corner

 

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