LA ASIGNATURA KURDA

Focus: Política
Fecha: 26/01/2007

Los medios de comunicación informan a diario sobre el conflicto iraquí y sus principales protagonistas: el ejército norteamericano, los civiles chiítas, los civiles sunitas y los “insurgentes”.

No hace falta decir que el código “insurgente” (el que se subleva o rebela) es de una absoluta ambigüedad. Lo que parece evidente es que los “insurgentes” son iraquíes que están en contra de la invasión norteamericana.

Sin embargo se habla poco de que en el norte de Irak existe una región autónoma que algunos describen como el Kurdistán Iraquí y otros, simplemente, como el Kurdistán.

Y en política, como en casi todo, cuentan tanto las palabras como los silencios.

Los kurdos son una nación sin Estado, que como una mancha se extiende sobre buena parte del sureste de Turquía, el norte de Irak y ciertas franjas de Irán, Armenia y Siria.

No se conoce con precisión su población, aunque las estimaciones nos dan una cifra de entre 30 y 40 millones de kurdos. Son de religión sunita, tienen su propia lengua y cultura (próxima a la persa), no son de etnia árabe y se les considera liberales dentro del islamismo.

A lo largo de su dilatada historia han intentado en vano construir un Estado. Las potencias coloniales primero y sus poderosos vecinos (en especial Turquía e Irak) lo han impedido.

Su autonomía es una autonomía bajo sospecha.

Pero su perseverancia ha encontrado un hueco en el diezmado Irak y han aprovechado la coyuntura para potenciar su territorio y sus órganos de gobierno. El nivel de vida en el Kurdistán Iraquí ha sido siempre superior al del resto del país. Además, y éste es un factor clave, son grandes productores de petróleo.

Muchos kurdos procedentes de Turquía se han desplazado hacia el sur para trabajar en el sector petrolífero y las milicias independentistas del PKK (que combaten al ejército otomano) han encontrado también refugio en ese territorio.

Y el gobierno de Ankara, el gran aliado de Estados Unidos en la zona, está muy nervioso. Teme que vuelva a crecer el sentimiento (siempre latente) de un Estado kurdo.

Turquía es un estado militarizado, pero una intervención en el Kurdistán Iraquí le crearía serios problemas con sus históricos asociados.

Está por ver qué se les ocurre ahora a los geoestrategas del gobierno Bush.

Es cierto que “les crecen los enanos”, pero también lo es que contribuyen sistemáticamente a su desarrollo.
Alf Duran Corner

 

« volver