LA BRIGADA DEL AMANECER

Focus: Sociedad
Fecha: 07/05/2010

Durante la Guerra Civil española y lejos de los frentes de batalla, hubo muchas “brigadas del amanecer”. Ajustes de cuentas, asesinatos puros y duros se llevaron a cabo en ambos bandos. Pero los vencedores siguieron practicando este ejercicio durante largo tiempo, después de haber proclamado enfáticamente “ha llegado la paz”.

La “dialéctica de los puños y las pistolas” fue liderada por los falangistas, hasta que algunos mandos militares rebeldes cortaron por lo sano estos divertimentos. Ellos eran más partidarios de los fusilamientos. La barbarie, en su caso, era más ordenada.

En la Barcelona de los cincuenta, los señoritos falangistas se divertían entre copas y mamporros, con entrada libre en los mejores prostíbulos de la ciudad. Destacaban entre aquellos grupos Juan Antonio Samaranch y Pablo Porta, amigos inseparables, que quedarían unidos por su acelerado progreso en el mundo de los eventos deportivos.

Como contracanto, los vencidos, represaliados y explotados, malvivían con cartillas de racionamiento y miseria.

El señor Samaranch presumió de fascista y alardeó de su amistad con lo más florido del Régimen, empezando por el señor Serrano Suñer. Ocupó muchos cargos en la burocracia franquista, que supo aprovechar como plataforma de sus intereses privados. Como Delegado Nacional de Deportes, sus informes a sus superiores jerárquicos terminaban con la frase: “Siempre a tus órdenes, te saluda brazo en alto”. Para que no quedaran dudas.

Después de tantos homenajes oficiales y de tanta falsedad e hipocresía, quizás es conveniente recordar otros perfiles.

La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.

Alf Duran Corner

 

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