LA DERECHA CUTRE
Focus: Política
Fecha: 19/11/2004
Como hipótesis de trabajo, cabe esperar que algún día no muy lejano la derecha española se civilice. Dada su trayectoria, no es tarea fácil, pero hay que ser optimistas.
La derecha, cualquier derecha, defiende lo establecido, en la medida en que esto conviene a sus intereses más inmediatos. Se mueve en el día a día, sin proyecto político propiamente dicho. Su mensaje principal, dirigido al gobierno de turno, se concreta en la expresión: qué hay de lo mío?.
Pero esto lo puede hacer con elegancia y urbanidad (que para eso se instruyó en colegios de pago) o en plan cutre y ultramontano.
Esta segunda opción, de raíces primorriveristas y franquistas, tomó las riendas en el 96 y no las ha soltado. Algunos pensaban que el cambio en la cúpula del partido Popular traería un aire nuevo. No ha sido así, porque en el fondo nada ha cambiado.
La aspereza y malos modos del anterior responsable han sido sustituidos, simple cambio de formato, por un “look” cardenalicio e hipócrita, que te perdona en lugar de echarte una bronca.
La segunda línea es la de siempre. Cuando no grita, insulta.
Ahora critican al gobierno por su supuesto enfrentamiento con “la Iglesia, los católicos, Estados Unidos y los jueces”. Se olvidan que el gobierno del señor Rodríguez Zapatero fue votado por unos ciudadanos que exigían un cambio de orientación. Y lo seguimos exigiendo.
España, que se sepa, no es una teocracia. La Iglesia católica (y las demás) deben operar en la más estricta legalidad democrática, aunque esto no cuadre en sus usos y costumbres. La eutanasia, el aborto, los matrimonios gay, etc. no son obligatorios; corresponden al ámbito de la libertad personal.
Estados Unidos no es el gobierno del señor Bush Junior, igual que España no era la dictadura de Franco. Es una cuestión de lógica primaria, que se da en EGB.
Y los jueces, en especial los colocados en los órganos del poder judicial por el Partido Popular, deben limitarse a cumplir su papel, aunque sea a regañadientes.
A lo mejor, algún día, aparecerá un nuevo Cánovas del Castillo y podremos recuperar el equilibrio político.
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