LA GRAN MENTIRA BLANCA

Focus: Sociedad
Fecha: 02/04/2000

En la categoría de los pesos pesados, los púgiles negros siempre han dominado sobre los blancos. El dominio ha sido absoluto, abrumador.

Los comentaristas blancos han elaborado todo tipo de hipótesis sobre las razones de este dominio: la pobreza, la marginación, el resentimiento. Razones de carácter sociológico. Poca ciencia y mucha imaginación.

Rocky Marciano, un blanco sin género de dudas, fue la excepción que confirmaba la regla. Llegó a campeón de los pesados. No duró mucho , pero sí lo suficiente para que los comentaristas de siempre elaborasen una nueva hipótesis sobre los atributos de un vencedor.

Fue la gran esperanza blanca, que ocultaba una gran mentira: la gran mentira blanca.

Guste o no guste, los púgiles negros destacan porque tienen unos atributos físicos superiores a los blancos: flexibilidad, rapidez, intuición, potencia.

Lo mismo ocurre con el liderazgo.

Escuece aceptar que pocas personas tienen madera de líder, del que se impone porque arrastra, enseña, protege, dirige, orienta.

Todos los estudios sobre el liderazgo, desde Max Weber a Kotter, pasando por Drucker, han sido desarrollados por científicos sociales que no poseían las cualidades propias de un líder.

Y han llegado a confundir a la audiencia.

Aprender a hacer, hacer, enseñar a hacer, hacer hacer y dejar hacer.

Producir admiración y respeto.

Lo demás son monsergas o mentiras.

La gran mentira blanca.
Alf Duran Corner

 

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