LA MADEJA

Focus: Economía
Fecha: 31/12/2001

Telefónica hace encaje de bolillos. Una de sus filiales (Admira) ha traspasado la cadena de emisoras de radio Onda Cero a Antena 3 TV, de la que controla el 47,5% de las acciones y especialmente su línea informativa.

Empresarialmente Onda Cero es un desastre (perdió 2.500 millones de pesetas en el 2.000 y arrastra una deuda de 17.000 millones). No es que Admira esté para tirar cohetes, pues en el mismo ejercicio perdió 104.000 millones.

Antena 3TV tuvo resultados positivos (21.000 millones) y ahora tendrá que gestionar la "patata caliente" que ha recibido como regalo de Navidad.

Uno puede preguntarse que dicen los millones de accionistas de Telefónica ante tanto dispendio. La respuesta es simple: no dicen nada, porque su voz no cuenta.

Lo que cuenta es la correa transmisora entre algunos accionistas singulares (el BBVA, la Caixa, el BSCH) y el gobierno de la nación, que ha permitido la creación de un grupo mediático de obligada obediencia.

No les basta con los "No-Dos" de los medios controlados por el Estado. Deben añadir la basura de los "No-Dos" parapúblicos.

Y no importa que las cuentas de resultados consolidadas arrojen enormes pérdidas. Esto se arregla generando nuevos ingresos a través de la red telefónica, todavía hoy disfrutando, en buena parte, de un régimen encubierto de monopolio. Así los accionistas "singulares" gozan de importantes plusvalías latentes y prefieren girar la cabeza si a algunos no les gusta lo que ven.

Dentro de unos años los historiadores explicarán con detalle el proceso de corrupción desmedida que se inició en España en el año 1.996 y sus principales actores. Al lado de esto, lo de Roldán resulta risible.
Alf Duran Corner

 

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