LA OCULTACIÓN

Focus: Política
Fecha: 21/04/2010

Los políticos profesionales (los que han hecho de la política una profesión y viven de ella) dominan el espacio público, bien acompañados de los comunicadores, que han hecho de los medios una plataforma de poder, cerrada y corporativa, que pretende dictar la verdad “oficial”.

Unos y otros son unos tramposos. Se me dirá que hay excepciones, lo cual no hace más que ratificar las leyes de la estadística, pero no nos lleva a cambiar el sentido del discurso.

Hay políticos de derechas y de izquierdas, y otros que cabalgan en la ambigüedad de un centro oportunista. Hay también comunicadores más o menos adscritos a las corrientes dominantes. Pero todos coinciden en la manipulación sistemática de la información.

El próximo domingo 25 de abril se celebrará en Catalunya la tercera oleada de referéndums sobre su independencia. Hasta ahora, un cuarto de millón de personas han votado a favor, en una fiesta democrática en la que miles de voluntarios han hecho lo que a los políticos les correspondería haber hecho. Nosotros les votamos para que nos representen, pero ellos acaban sólo representándose a sí mismos.

En cuanto a los medios, son mayoritariamente una vergüenza. La noticia, el comentario, el debate, el reportaje sobre el referéndum del 25 de abril brillan por su ausencia. Es como si no existiera. Solamente cabe dedicar unos minutos a los contenidos del programa matinal de televisión de mayor audiencia en Catalunya (que dirige el inefable señor Cuní), o a los programas informativos de las emisoras catalanas de radio (sea Catalunya Radio o Rac 1), o a las hojas dominicales en que se han transformado La Vanguardia y El Periódico, para darse cuenta de esa voluntaria ocultación.

¿A qué obedece? Pues sencillamente a que políticos profesionales y comunicadores de la señorita Pepis creen que esta noticia no les conviene y que su publicación podría poner en peligro, a largo plazo, sus agradecidas poltronas.

Eso sí, el alcalde socialista señor Hereu está dedicando recursos públicos para un referéndum tan interesante como el diseño de la “nueva” Diagonal. Y ésta tan llamativa noticia tiene abundante cabida en todos los medios.

La ocultación es un delito y, sobre todo, es una falta de respeto a la sociedad. Los ciudadanos honrados deberían tomar nota de ello.

Alf Duran Corner

 

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