LA QUIMICA DEL AMOR

Focus: Sociedad
Fecha: 28/03/2008

Con el rigor que la caracteriza en los trabajos de investigación, la revista “Time” dedicó hace un tiempo un amplio reportaje sobre la relación existente entre el amor y la química.

Como parte de este trabajo, se preguntaba a hombres y mujeres si recordaban sus pensamientos durante la última vez que hicieron el amor. Luego se agrupaban las respuestas afines.

Se encontraron tres tipologías que respondían a tres tipos de relaciones. Aquellos que habían hecho el amor con el partner habitual, declaraban haber pensado en cosas diversas, la mayoría alejadas del erotismo. Los que habían hecho el amor con alguien con quien ya lo había hecho otras veces (no el habitual), manifestaban haber pensado en las probables consecuencias de todo aquello. Por último, los que hacían por primera vez el amor con aquella persona, decían que sólo habían pensado en eso.

Los humanos, como especie, estamos determinados al apareamiento para maximizar el ajuste reproductivo. Y es por ello que de una forma natural perseguimos aquellos rasgos visuales, olfativos, auditivos y táctiles que lo hacen posible.

Los científicos destacan la importancia del “olor” y nos dicen que cada uno de nosotros tenemos un “MCH” (la histo compatibilidad) que busca su complementariedad. La propia salivación contiene MCH y el beso, entre otras cosas, es un test de sabor.

También señalan que las “resonancias magnéticas funcionales” identifican las áreas de placer en el cerebro y cómo la “dopamina” (un neurotransmisor químico) nos produce motivación y éxtasis. En especial, la primera vez.

Con el tiempo, cuando la relación se afianza y la pasión desvanece, el protagonismo lo tiene la “oxitocina” , otro neurotransmisor que actúa como un pegamento de fuerte intensidad entre los seres y que, en el caso de la pareja, identificamos con el amor, el cariño y la complicidad.

Una noche de copas puede producir descargas de “adrenalina” , una hormona que distorsiona las percepciones y enmascara la realidad. Piensas que alguien te hace sentir bien y es tu cerebro el que te hace sentir bien.

Quizás por todo eso hay que ser cauto, comprender nuestra biología y dar al sexo el papel que le corresponde. Una buena muestra de esa lectura fueron las declaraciones de Joanne Woodward , cuando le preguntaron por su larga relación con Paul Newman (cincuenta años) y cuál era el secreto.

Dijo Joanne : “Con el tiempo, el sexo adelgaza y la belleza se aleja. Pero estar al lado de un hombre que cada día te hace reír, eso sí que vale la pena”.
Alf Duran Corner

 

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