LA SEÑORA COLAU Y LAS EXTERNALIDADES

Focus: Política
Fecha: 30/09/2016

Cuando fue elegida alcaldesa de Barcelona por puntos, en un oscuro proceso en el que los sediciosos habituales levantaron falsas sospechas sobre su predecesor (Xavier Trias), le recomendé prudencia (ver “Gobernar es otra cosa”. 28/05/2015) http://www.alfdurancorner.com/articulos/GOBERNAR-ES-OTRA-COSA.html , teniendo en cuenta su nula experiencia política como gestora de la cosa pública.

Yo ya sé que esta web tiene una limitada audiencia (unas 30.000 visitas mensuales) y que no tenía por qué leerla y, en ese supuesto, hacerme caso. También he constatado, como ciudadano contribuyente de la ciudad de Barcelona, que en el período transcurrido no ha hecho de la prudencia virtud.

Quizás el primer problema con el que se ha enfrentado ha sido la dimensión del objeto a tratar: Barcelona no es Elvira del Río. Seguramente en una población pequeña sus errores se hubieran notado menos. O a lo mejor, no los habría tenido. En el mundo empresarial, en el que siempre me he movido, he visto muchas personas que perdían el dominio y los papeles cuando su empresa crecía y pasaba de una escala a otra. Los políticos profesionales deberían seguir un proceso meritocrático en el que se pusieran en evidencia sus capacidades o sus debilidades, antes de acometer proyectos de mayor envergadura.

En el ayuntamiento de Barcelona este modelo no se ha seguido. Y los chicos y las chicas de la señora Colau, con algún veterano resabiado, han ocupado el poder y se han comportado “como elefante en cacharrería”.

Un primer principio de gestión es fijar unos objetivos, desarrollar las estrategias para alcanzarlos y poner en marcha los planes correspondientes, si se cuenta con los recursos necesarios para ello. Y mientras no se encuentre otra alternativa viable en el ámbito organizativo, este esquema debe ir acompañado por una estructura muy bien definida, en la que la cúpula asuma su papel como principal responsable. Esto no tiene nada que ver con lo que parece que ocurre en el ayuntamiento barcelonés, bajo el latiguillo de que entre tots ho farem tot i visca la Sagrada Família”.

La señora Colau tiene la habilidad de ponerse en un segundo plano cuando se enfrenta a un contratiempo (la reorientación del Born para ocultar la memoria de 1714, la estatua recuperada del dictador expuesta en la vía pública, la selección de un pregonero anti-independentista para las fiestas de la Merced, el bloqueo de las terrazas en bares y restaurantes, la lentitud del clúster “Smart City”, el contencioso de los manteros, las islas peatonales, la ambivalencia con los okupas,  etc., etc.). Quema a sus chicos y chicas, que pueden ser renovados periódicamente, quizás porque piensa que ella saldrá indemne. Pronto verá que se equivoca.

Sería bueno que se tomara unos días de descanso y reflexión. El mindfulness es muy útil en estos casos. Los residuos del PSUC, que hoy navegan en Iniciativa, le pueden dejar el libro de Marta Harnecker en el que se insiste en la autocrítica.

La otra opción es seguir manteniendo la ambigüedad que la caracteriza. Un notable ejemplo de esto último  –que hubiera hecho las delicias de Wittgenstein–  es la respuesta a la pregunta de un periodista sobre si iría a la manifestación de la Diada. Prestemos atención a sus palabras: “Hay más razones para ir que para no ir”.

La señora Colau está haciendo ejercicios acrobáticos de prácticas de final de carrera de lo que antes llamaban “diplomatura”. Pero lo está haciendo con todos nosotros y esto resulta muy negativo para el conjunto de la ciudadanía.

Por favor señora Colau, no nos martirice más con sus inventos. Apúntese a algún curso de gestión pública. El Ayuntamiento cuenta con un gran presupuesto para financiar su reciclaje. Puede ir donde quiera. En Harvard lo hacen bien, pero la Pompeu está más cerca.

Allí le explicarán que cualquier decisión genera externalidades, algunas positivas y otras negativas. Las primeras son las buenas.

El amor, señora Colau, el amor de verdad, se hace sin preservativo y asumiendo las consecuencias.

 


Notas:

(1) Un consejo de Groucho, especialmente dedicado a los políticos profesionales.

(2) En lectura seleccionada, la desmitificación de los “Nuevos Filósofos” en un texto crítico vinculado a mayo del 68.

(3) En mi biblioteca, un libro gráfico, muy bien documentado, sobre la historia de la Diada desde sus orígenes.

(4) En “de otras webs” aparece la lista y milagros de los encausados en las “tarjetas black”, uno más de los expolios perpetrados por el “ectoplasma”.

Alf Duran Corner

 

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