LA TRADICIÓN COMO CORSÉ
Focus: Sociedad
Fecha: 20/07/2007
Cuando alguien con poder, interesado en que las cosas no cambien, emplea la palabra
“tradición” , hay que empezar a sospechar sobre las intenciones del vocablo.
Tradición significa
“entrega” , transmisión, transferencia de información. Sin un adjetivo que la califique, no tiene un valor intrínseco.
En ocasiones
“tradición” se confunde con
“sabiduría popular” , que es otra contradicción en términos, pues no hay más sabiduría que la que posee un sujeto individual, en el buen uso de sus capacidades.
La mayoría de las tradiciones constituyen el refugio del pueblo llano ante los avatares de la vida. La cuestión es que este supuesto refugio es pródigo en irracionalidades de todo tipo.
Si no llueve, se pasea una estatua de la “Virgen”. Si en el pueblo celebran fiestas, se tira una cabra desde el campanario. O se persigue a los toros por las calles y se los mata después en la plaza, ante el regocijo de la concurrencia.
Algunas voces se atreven tímidamente a protestar, aunque la respuesta es terminante:
es la tradición .
Como lo era, y lo es todavía en algunos lugares, matar a la mujer adúltera.
Acatar acríticamente las tradiciones (cualquiera que sea su condición y forma) es propio de sociedades enfermas.
Y es que bajo el paraguas de la
tradición se oculta muchas veces una ideología
reaccionaria que es preciso desenmascarar.
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