LADRAN, LUEGO CABALGAMOS

Focus: Sociedad
Fecha: 07/03/2000

País de envidiosos y mal intencionados. Gente ruin que se mete en casa ajena y especula inútilmente sobre la vida de los demás, en especial cuando estos últimos destacan sobre la mayoría.

Se comprende que en los últimos tiempos haya un movimiento centrípeto hacia la privacidad por parte de quienes se sienten cansados del "corre , ve y dile" de la galería pública.

Es la ya manida historia de aquel a quien preguntaban si conocía a un tercero y contestó plácidamente: "No, no lo conozco. Hace tres años decidí cerrar mi cupo de nuevos conocidos. No me compensa".

El problema que se nos plantea, si hacemos de la retirada un proyecto colectivo, es que dejamos el campo en manos de esa pandilla de gente mediocre y vocinglera, dada al chiste malsonante, al comentario soez, a la viscosidad de los fritos.

"Ladran, luego cabalgamos", decía el clásico. Era una postura de desprecio intelectual que debemos insertar en un contexto histórico de evolución lenta.

No creo que ahora nos lo podamos permitir, si no queremos vernos arrinconados en esa perversa combinación entre los signos de la modernidad tecnológica (la revolución de las comunicaciones) y las actitudes vulgares de siempre.

Entre Internet y "el cero patatero".
Alf Duran Corner

 

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