LAS CUENTAS CLARAS

Focus: Política
Fecha: 27/05/2011

La “fiesta de la democracia” ha terminado, los ciudadanos han regresado a sus ocupaciones habituales hasta que toque otra vez salir al recreo, los políticos profesionales dejarán de besar a los niños (luego les roban los caramelos) y retomarán el poder, que es su principal objetivo, y los medios seguirán especulando sobre alianzas, compromisos, proyectos y otras zarandajas, porque de esto viven.

No ha ocurrido nada que no fuera previsible, pero sí se han marcado claramente tres territorios diferenciados (que corresponden a tres naciones con historia y proyecto propio) dentro del Estado español: Castilla y su área de influencia, Catalunya y Euzkadi.

En la gran Castilla ha ganado el PP (tanto en las municipales como en las autonómicas). No es que este partido tenga un programa muy atractivo; es que su contrincante se ha desmoronado. El juego de equilibrios y malabarismos de los dirigentes del PSOE tenía que acabar mal. Entre estos dos partidos hay un constante trasvase de votos según las circunstancias, lo que cuestiona la trasparencia de sus propuestas políticas. Como dije en una nota anterior, ha ganado España, el nacionalismo de raíz castellana. La ventaja de que en este caso la balanza se haya decantado hacia el PP, es que todo está más claro: la derechona se afianza, imputados y procesados son vitoreados por las masas, la jerarquía de la iglesia católica sigue con su “ordeno y mando”, los comunicadores del “régimen” campan a sus anchas. Es el triunfo de esa mezcla kitsch de coplas, corridas de toros, brillantina, mojama, Facebook, pasodobles, boquerones y Twitter.

En Catalunya (elecciones municipales) ha triunfado el nacionalismo catalán, con sus distintos matices. Convergència i Unió (que es una federación de dos partidos con notables diferencias) ha dominado en porcentaje de votos en todo el territorio. El PSC se ha hundido, probablemente por su vínculo de hermandad con el PSOE, que le llevó – en su última pirueta – a votar contra la inmediata devolución del “fondo de competitividad” (sería más correcto llamarle “fondo de mínima compensación”) que reclamaba la Generalitat de Catalunya. El PP ha progresado en similar número de votos a los que ha perdido Esquerra Republicana, Iniciativa se ha mantenido y otras formaciones políticas han ocupado espacio en los ayuntamientos.

Pero como las estadísticas confunden (recordemos a Disraeli: hay mentiras, malditas mentiras y estadísticas), es importante ver las implicaciones del voto en los entes locales. En el fondo el voto popular es un voto pasajero, que puede estar muy concentrado o muy disperso, y que no da las claves del control político. Si vemos los resultados por número de concejales (regidors) obtenidos, la fotografía es mucho más precisa:

Convergència i Unió : 3.860(*)

PSC-PSOE : 2.117

Esquerra : 1.384(*)

PP : 473

Iniciativa : 398(*)

CUP : 101(*)

PxC : 67

Solidaritat : 48(*)

Las opciones marcadas con un (*) forman parte del amplio abanico del nacionalismo catalán. Catalunya no es Castilla.

El tercer territorio a revisar corresponde a Euzkadi (País Vasco más Navarra, en términos administrativos). En este caso las elecciones eran municipales y para juntas generales. Y aquí, como en Catalunya, han triunfado las opciones que postulan el nacionalismo vasco, frente al nacionalismo castellano. En términos del voto popular, el partido más votado ha sido el PNV, seguido de la coalición abertzale Bildu. Entre ambos han sumado el 55% del voto. Luego viene el PSE, el PP y otros pequeños partidos nacionalistas vascos.

Si vamos a concejales, de nuevo los datos son esclarecedores:

Bildu : 953 ediles(*)

PNV : 872(*)

PSE : 234

PP : 164

Aralar : 38(*)

EzkerBatua : 13

Hamaikabat : 12(*)

Las opciones marcadas con un (*) forman parte del abanico del nacionalismo vasco. Y en las Juntas Generales (de forma abrumadora en Vizcaya y Guipuzcoa, y más ajustado en Álava) se observa la misma dominancia. Y es que Euzkadi tampoco es Castilla.

Los perfiles están claros. Eventualmente juntos, pero no revueltos.

Alf Duran Corner

 

« volver