LAS DISFUNCIONES DEL CRECIMIENTO
Focus: Sociedad
Fecha: 30/11/2007
Cuando cualquier órgano, fenómeno o concepto crece desordenadamente, se produce una hipertrofia. Es decir, rompe su equilibrio con el medio.
Esto ocurre también en el plano económico y un buen ejemplo es China.
Todos ya sabemos que China es la fábrica del mundo y que el 25% de todo lo producido en el planeta tierra procede de aquel país. También sabemos que su tasa anual media de crecimiento en los últimos años está en el 10%, muy por encima de cualquier otro país.
Pero dejemos las estadísticas y bajemos al terreno de lo real.
Para fabricar algo son necesarios tres componentes: primeras materias, mano de obra y energía. El volumen de sus compras permite a las empresa chinas proveerse de MP´s a buen precio. El coste de la mano de obra es bajo, en términos comparativos. Y, por último, utilizan como energía la más primaria y barata: el carbón.
El 70% de toda la energía consumida en China procede de sus minas de carbón. Y el carbón en combustión poluciona la atmósfera y genera lluvia ácida. Es por ello que el medio natural y el medio histórico (el creado por el hombre) se están degradando sustancialmente.
No sólo esto. Estas condiciones ambientales, producto de su hipertrofia económica, afectan a las mujeres embarazadas. De los veinte millones de niños que nacen cada año en China, un millón doscientos mil nacen con deformaciones congénitas.
Cada treinta segundos nace un niño chino con algún tipo de problema físico o mental .
Claro que esto a las empresas y consumidores occidentales que aprovechan el tirón chinés les importa muy poco.
Prefieren no enterarse, mientras entregan su donativo anual a Intermón Oxfam.
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