LAS FALACIAS DE LA DESLOCALIZACION
Focus: Empresa
Fecha: 26/05/2006
De forma continuada, las plantas industriales ubicadas en Europa cierran sus puertas y trasladan sus activos a otros territorios.
La lógica económica más simple establece que el peso de la mano de obra en el escandallo del producto se reduce drásticamente cuando se empieza a producir en un territorio menos protegido socialmente.
Es decir, en países con salarios bajos, compensaciones fiscales para los inversores, sin seguro de desempleo, sin asistencia sanitaria, con horarios de la primera revolución industrial.
Es cierto que en paralelo hay que buscar fórmulas para indemnizar al personal que se despide sin que se produzcan conflictos públicos y la reputación de la empresa o de la marca salgan malparadas. Y esto cuesta dinero, mucho dinero.
Aunque también es cierto que el Estado contribuye al gasto, gracias a procesos de consolidación de balances, en los que los beneficios de otras actividades se compensan con las pérdidas de la liquidación.
Y si no, podemos echar mano de las virtudes de las recalificaciones urbanas, que permiten edificar viviendas en zonas donde antes había almacenes.
Lo que ocurre es que no siempre se consigue la cuadratura del círculo. Y existen varias razones que explican los fracasos :
1. En plantas tecnológicamente avanzadas, el peso de la mano de obra en el escandallo no es relevante.
2. En muchos productos, ocurre lo propio.
3. La curva de experiencia de una tarea repetitiva, tras un largo proceso de aprendizaje, no es fácilmente alcanzable.
4. El coste per se sólo tiene sentido si se compara con la productividad.
5. Frente a la estrategia del liderazgo en costes está la de diferenciación.
6. La segmentación de mercados o la búsqueda de nichos específicos no se contemplan como vías alternativas.
7. Cuando se cierra una empresa, se pierde mucho talento acumulado.
8. Los bajos salarios relativos de China o la India no serán eternos, por lo que los inversores tendrán que dedicarse a la mudanza.
9. La logística es una variable clave cuando existen grandes distancias entre productor y consumidor.
Los comportamientos de las organizaciones tienen un fuerte elemento mimético. Una deslocalización es un cambio estratégico de gran alcance, que no puede decidirse sin sopesar seriamente todos los factores en juego.
En cuanto a la ética y a la “responsabilidad social corporativa” de las empresas y de sus ejecutivos, mejor que lo dejemos para otro día.
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