¿LEHMAN BROTHERS? CONNAIS PAS
Focus: Economía
Fecha: 03/12/2010
El gobierno norteamericano (presidido por Bush Junior) y la Reserva Federal decidieron no acudir al rescate de la mayor quiebra de la historia, para dar un ejemplo al mundo financiero. Los resultados fueron catastróficos y han marcado un cambio de signo. No es un cambio de coyuntura, por mucho que algunos analistas se empeñen. Nada volverá a ser como antes.
Pero siempre, en cualquier circunstancia, hay ganadores y perdedores.
Cuando en septiembre del 2008 Lehman se acogió a la ley y propuso “concurso de acreedores”, sus activos tenían un valor contable de 639.000 millones de dólares. Entre sus múltiples acreedores se encontraban Goldman Sachs, UBS, Abu Dhabi Investment Authority y sus tenedores de bonos.
Un juez de Manhattan nombró a los administradores judiciales correspondientes y se inició el proceso para desenmarañar la madeja. Pero la magnitud del proyecto superaba cualquier expectativa.
Transcurridos dos años, los administradores han estado haciendo su labor: liquidar activos y reducir pasivos. La parte económica ha estado en manos de Alvarez & Marsal, una empresa especializada en reestructuraciones, en tanto que la jurídica ha sido dirigida por el bufete de abogados Weil Gotshal & Manges. En Europa, la responsabilidad de las operaciones ha ido a cargo de PwC.
Hasta este momento, los honorarios de Alvarez & Marsal ascienden a 356,4 millones de dólares y los de Weil Gotshal & Manges a 237 millones. En total casi 600 millones de dólares en Estados Unidos. Otras fuentes estiman que los costes reales superan los 1.000 millones de dólares (incluyendo los honorarios de PwC). Los expertos calculan que el coste total de la liquidación suele estar entre el 1 y el 2% del valor inicial de los activos (639.000 millones de dólares). Probablemente en este caso quedará entre el 0,5 y el 1% (entre 3.000 y 6.000 millones de dólares).
Los administradores han declarado recientemente que los acreedores pueden llegar a recuperar unos 16 céntimos por dólar de deuda.
En la vida, siempre hay ganadores y perdedores.
