LLAMAME MANOLO
Focus: Política
Fecha: 08/02/2008
El señor
Manuel Pizarro , número dos en la candidatura del PP por Madrid, se ha paseado por las obras del Ave en Barcelona y ha jugado al populismo más grosero entre pensionistas y vecinos de Hospitalet, que se distraen contemplando la finalización de unas obras de triste trayectoria.
Su slogan es muy simple y de fácil calado: “Llámame Manolo”.
El señor
Pizarro es presentado por sus correligionarios como un empresario ejemplar. La esperanza blanca del PP. Y ni lo es, ni lo ha sido nunca, aunque el papanatismo general así lo crea.
El señor
Pizarro es licenciado en Derecho, nieto de un gobernador y jefe de la V zona de la Guardia Civil, hijo de un procurador en las Cortes Franquistas, nacido en Teruel en 1951. Buen pedigrí.
Eterno opositor, es abogado del Estado (funcionario) y agente de cambio & bolsa.
En 1987 crea una sociedad de valores (teniendo como socio a
Barclays , banco británico bien posicionado). Luego transforma la sociedad y la denomina
Ibersecurities , con una buena cartera que le proporciona
Ibercaja , en la que entra como consejero en 1994 y llega a ser presidente en 1995. Al cabo de cinco años (2000) la vende al
Banco de Sabadell por 14.000 millones de pesetas. Es su primer gran pelotazo.
Rico y famoso, el señor
Pizarro es un magnífico ejemplar de lo que
Josep Stiglitz , premio Nóbel de economía y ex-alto funcionario del
FMI , calificó de
“capitalismo de los amiguetes”.
Amigo de José Mª Aznar y patrono de la
FAES , constituyó junto a los señores Rato y Montoro, el consejo asesor en temas de economía del
PP , aunque oficialmente no era militante.
Consejero de
Endesa en 1996, cuando el
PP gana las elecciones, es nombrado vicepresidente en el 98 y presidente en el 2002.
Hombre preocupado por mantener sus ingresos de acuerdo con el incremento del IPC, pasa de un salario de 1,770 millones de euros en el 2004, por todos conceptos, a 3,600 millones en el 2007, año en el que deja la empresa, después de pactar su cláusula de rescisión (contrato blindado), que le proporciona 9 millones de euros.
Aprovecha la ocasión para vender sus acciones en
Endesa por 4 millones, compradas en el 2005, dos días antes de que
Gas Natural presentara su OPA, de la que él, lógicamente, era conocedor previamente (esto en Estados Unidos es definido como
“insider trading” y está penado por la ley).
El señor
Pizarro no es un emprendedor , ni tampoco un manager profesional. Es un funcionario espabilado con buenos contactos.
Es un
“milloneurista” de la nueva ola.
Llámame Manolo.
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