LOS CHANTAJISTAS

Focus: Política
Fecha: 25/11/2015

Los años del desmadre económico-financiero han visualizado la presencia pública de algunos estamentos que habían permanecido ocultos, como, por ejemplo, los “trileros de lujo”, esos tipos bien trajeados que vendían basura financiera a los pequeños ahorradores mientras acumulaban bonos, comisiones y otras prebendas de variada especie.

Esa estafa colectiva, que ha servido para ampliar la distancia social entre una “minoría exquisita” y una mayoría empobrecida, ha contado con la colaboración de muchos líderes políticos en tareas de gobierno, que han favorecido con ajustes “administrativos” las tropelías de sus colegas y amigos.

Contemplado en la distancia, ese microcosmos no ha hecho más que reproducir las actitudes y estilos del mundo corrupto de la mafia, con sus matones, sus funcionarios comprados, sus enguantados “caballeros”, sus periodistas a sueldo, sus correveidiles.

Faltaban los chantajistas, pero no han tardado en acudir a la cita.

El episodio que ha determinado su presencia tiene que ver con el contencioso político entre el Estado Español y Catalunya, contencioso en el que el gobierno central  del Partido Popular y el resto del arco parlamentario españolista (oposición incluida) viene utilizando todos los mecanismos coercitivos a su alcance para cortar de raíz la voluntad secesionista de la mayoría de la población catalana.

Como no pueden enviar los tanques o bombardear Barcelona (como recomendaron al unísono en su tiempo, tipos tan distintos y tan progres como el general Espartero o el presidente republicano Azaña), practican el chantaje financiero, una modalidad fácilmente utilizable gracias al sistema de financiación en vigor.

Para poder comprender el alcance de la trama, hay que retroceder un poco históricamente y revisar algunas reflexiones del que fue conseller de  Economia y Finanzas  de la Generalitat de Catalunya Ramon Trias Fargas, que en febrero de 1985 publicó un pequeño libro sobre las finanzas de Catalunya con el título Narració d’una asfíxia premeditada”. En él podemos leer:

Des del primer dia, la gent de Madrid comprèn que la manera més eficaç d’escanyar la nostra autonomia passa per fer-nos el pacte de la fam. Una autonomia sense diners és com un ciclista sense bicicleta. I es just reconèixer que per motius diversos nosaltres no hem sabut combatre aquesta estratègia. I no serà perquè no se’ns hagués advertit per boca de ministres que això passaria. “Si quieren autonomía que se la paguen” era i és exclamació freqüent als ministeris. Ni tan sols calia que ens ho diguessin tan clar. Com a catalans hauríem de saber que, tard o d’hora, qui paga mana, I a Madrid estan convençuts que paguen ells. No pensen ni per un moment que, entre “pitos y flautas”, les arques de l’Estat espanyol ingressen als volts d’un bilió de pessetes recaptat a Catalunya...   La seva aspiració implícita o explícita és retallar el finançament català de manera que es produeixin dos efectes; en primer lloc, aconseguir que nosaltres passem per cobrar menys del que realment costen els serveis transferits, aconseguint així un romanent a favor de l’Estat omnipotent; en segon lloc, donada la penúria i la urgència de les nostres necessitats de tresoreria, establir unes negociacions més que financeres, de simple Tresoreria, de caràcter permanent, per les quals la nostra Conselleria d’Economia i Finances anés, gorra en mà, cap a Madrid a aconseguir el setmanal. D’aquí a exigir una llista de pagaments no hi ha més que un pas, i d’aquí que el Ministeri d’Hisenda ens digui quines partides s’han de pagar avui o el mes que ve, no hi ha més que un pas i mig, i finalment d’aquí a aquell moment tan cobejat per Madrid en què ens diguin quines escoles públiques o quins trams de carreteres podem fer i, per tant incloure en llista, és a dir, quines despeses pot realitzar la Generalitat lliurament i quines no, no hi ha més que dos passos”.

La fortaleza intelectual de Ramon Trias Fargas y su expresiva lucidez en el análisis de aquella etapa histórica y de los escenarios de futuro previsibles, han sido ratificadas por los hechos. El conseller  Mas-Colell podría haber escrito este texto hoy mismo.

La petulancia del ministro de Hacienda señor  Montoro  cuando razona el bloqueo del Fondo de Liquidación Autonómico (FLA) por el “incumplimiento de sus obligaciones por parte de la Generalitat” y para responder a “sus veleidades independentistas” es un chantaje en toda regla. No sólo esto, sino que el dispositivo para que los funcionarios del ministerio en Madrid controlen y autoricen todos los gastos, así como las peticiones de crédito, que correspondan a los presupuestos de la Generalitat es una intervención propia de un imperio con una colonia. Económica y financieramente, Catalunya ya no es ni siquiera una región sino una colonia del Estado Español.

Ante tanta retórica inmovilista, no tenemos más remedio que volver a los números, a su fría realidad:

1). El PIB de Catalunya es aproximadamente 200.000 millones de euros. Esto significa el 18,6% del PIB español. Nuestra población es el 16% del Estado. Los impuestos recaudados en Catalunya suponen el 19,2% del total. Todo esto es el HABER.

2). Vayamos al DEBE. Catalunya recibe el 14% de lo recaudado y si descontamos los costes de la Seguridad Social (que no permiten discriminar pues dependen de la demografía), recibe sólo el 9,4%.

3). Lo anterior explica que Catalunya padezca un Déficit Fiscal Crónico del 8% de su PIB (aproximadamente 16.000 millones de euros anuales).

4). Este modelo es una constante desde que se conocen registros, lo cual significa que desde 1986 al 2014  Catalunya  ha transferido fondos al resto del Estado por un importe de 250.000 millones de euros, cifra superior a su PIB anual.

5). Si fuéramos independientes y asumiéramos el coste adicional que suponen las estructuras de un Estado (sin los alardes megalómanos del Estado Español), dispondríamos como mínimo de unos recursos adicionales de 8.000 millones de euros anuales, que cubrirían sobradamente nuestras exigencias presupuestarias en materia de gastos, intereses de la deuda e inversiones.

6). Como ha explicado muy bien la catedrática de Hacienda Pública Núria Bosch, por cada euro que paga en impuestos cualquier ciudadano de Catalunya a la Administración del Estado, sólo recibe a cambio 55 céntimos.

7). Por si esto fuera poco, el actual sistema de financiación, que es técnicamente un disparate y políticamente perverso, establece un curioso cálculo para la transmisión de fondos del Estado (que es el gran recaudador) a las autonomías: hace un cálculo previo de la recaptación y entrega remesas en función de él. Como por norma la estimación es inferior a lo que al final se recapta, hay una diferencia a favor de las autonomías, que se paga al cabo de dos años. Por ejemplo, en el 2014 la diferencia fue de 900 millones de euros a favor de Catalunya, que se pagarán el 2016. Más tensiones de tesorería, de las que luego hablaremos.

8). Sin mencionar la disposición adicional tercera del “cepillado” Estatut de Autonomia de Catalunya, que parece ya olvidado, y según el cual el Estado adeuda a Catalunya hasta este momento unos 4.000 millones de euros.

9). En este contexto, el govern de la Generalitat no puede cuadrar su presupuesto anual, aunque aplique recortes en los gastos (sanidad, educación, bienestar social), gastos estos últimos que suponen el grueso del presupuesto. Los que se quejan de las retallades o son unos ignorantes o son unos cínicos.

10). Y en cuanto a sus ingresos (esquilmados por el sistema de financiación en curso) tampoco puede mejorarlos, ya que el gobierno del Estado, a través del subsidiario Tribunal Constitucional, bloquea todas sus propuestas. Como, por ejemplo, ha hecho con:

* El euro por receta.

* El impuesto sobre operadores de Internet.

* El impuesto sobre energía nuclear.

* Las tasas judiciales.

* El impuesto a las entidades bancarias sobre depósitos.

11). El esquema es muy simple: te quito parte de tus ingresos, impido que los generes por otras vías y te exijo que reduzcas drásticamente los gastos. Ante esta situación, que crea más tensiones de liquidez (falta de tesorería), el govern de la Generalitat ha de pedir crédito al Estado, y éste lo hace a través del FLA.

12). Y la situación que se crea es tan penosa como rocambolesca. El Estado Español tampoco tiene liquidez, pues el dinero extraído de Catalunya y de otras autonomías (pocas) que financian al resto, se lo han gastado en temas tan superfluos como la red del AVE, las autopistas radiales de Madrid o para rescatar al sistema financiero privado (bancos y cajas). Pero no tiene problemas porque puede acudir a la “barra libre” del Banco Central Europeo, que le presta dinero a un interés próximo a cero, dinero que él puede luego vehicular a Catalunya con un interés de mercado. A esto se le llama Fondo de Liquidez Autonómico.

13). El paso siguiente, que la autoridad competente ya ha puesto en marcha, es condicionar el FLA al uso que hagas de él. Esto es lo que ya vaticinó que pasaría Ramón Trias Fargas. Te presto el dinero que antes te he quitado, te cargo intereses, y además te digo en qué lo has de gastar.

Ante estos chantajistas profesionales no hay otra opción que plantarse, hacer caso omiso de sus imposiciones y seguir el plan trazado para alcanzar la independencia en el más breve plazo de tiempo posible.

En Catalunya hay una expresión fácil de entender: Ser cornuts i pagar el beure”. Algunos lo definen como ser víctima de una situación y verse obligado a solucionarlo. Yo lo veo muy light. Mejor “cornudo y apaleado”.

Tú sabrás si te van las prácticas sadomasoquistas. A mí no.

 

Vídeo: VULL UNA RESPOSTA – ETV
13-novembre-2015 

http://etv.xiptv.cat/vull-una-resposta

Alf Duran Corner

 

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