LOS GRANDES INVENTOS DEL "TBO"
Focus: Economía
Fecha: 07/02/2014
El ingenioso ministro señor Montoro se ha sentido atraído por este universo de lo absurdo y ha encargado a sus leales funcionarios (capitaneados por el solícito señor de la Fuente) que preparen un informe sobre las “cuentas públicas territorializadas” (otro gran invento del TBO), con objeto de distraer al personal y no presentar las “balanzas fiscales” del año 2009, tal como se había comprometido.
En una primera presentación a los medios sobre aspectos metodológicos de su trabajo, el señor de la Fuente (que debería vigilar sus problemas de salivación), ya ha adelantado que las “cuentas públicas territorializadas” serán exhaustivas, con toda la información disponible hasta extremos inimaginables. Las declaraciones del señor de la Fuente me recuerdan el viejo debate entre Linneo y Buffon, que tan bien explica mi admirado Martí Domínguez. Linneo fue un compilador de la naturaleza, en tanto que Buffon trató de desarrollar el razonamiento científico para comprender el porqué de las cosas.
Y es justamente lo contrario lo que presentarán los economistas del pesebre españolista: montones de datos para generar mayor confusión.
Algunos se preguntan ingenuamente porqué no ha cumplido el señor Montoro con su obligación de presentar las “balanzas fiscales”. Pues simplemente, porque no le salían las cuentas como él deseaba. Si aplicaba el método del “flujo monetario” se confirmaba el abrumador expolio a los catalanes. Si utilizaba el subjetivo método de “carga / beneficio”, se reducía el volumen del expolio pero se incrementaba el valor absoluto del superávit fiscal de una serie de comunidades gobernadas por el PP, lo que ponía de manifiesto, una vez más, que vivían de la subvención. Es por ello que ha optado por otra vía: las “cuentas territorializadas”. Una vía que nadie le ha solicitado.
Es como si tú llevaras tiempo pidiendo al tendero que te reserve dos kilos de alcachofas del término de l’Aldea, y él te sirviera – mucho más tarde de lo prometido – unas albóndigas liofilizadas procedentes de Anatolia.
Sólo cabe añadir que el citado señor de la Fuente hizo el siguiente comentario en “El País” cuando la Generalitat publicó en mayo del 2013 la última actualización de los balances: “Bajo el ropaje formal de un informe pretendidamente técnico no hay más que un instrumento de agitación y propaganda diseñado para cabrear al personal y acercarlo a la tesis nacionalista”. Un lenguaje barriobajero (típico de los militantes de “Ciudadanos”) para descalificar sin argumentos un trabajo que había sido supervisado, entre otros académicos, por la doctora Nuria Bosch (catedrática de Hacienda Pública) y por la doctora Marta Espasa (profesora titular de Hacienda Pública), destacadas especialistas en este campo.
La oligarquía castellana y sus fieles siervos siempre han creído que a los catalanes se les puede engañar fácilmente. Y en esto también se equivocan. No hay que confundir la paciencia, la tolerancia, el respeto y la civilidad, con el sesgo masoquista.
Son tan chapuceros que no pueden ocultar sus miserias, ni política ni técnicamente.
