LOS TRAMPOSOS

Focus: Política
Fecha: 04/05/2011

El Tribunal Supremo, en una nueva demostración de su connivencia con las tesis del PSOE y el PP, ha anulado todas las candidaturas de la coalición Bildu que se presentaban a las elecciones locales en el País Vasco y Navarra. Hay que recordar que los jueces son funcionarios del Estado (que es quien paga sus salarios), que su cultura (en términos antropológicos) es conservadora y corporativista y que dan más importancia al aparato procedimental que al fondo de la cuestión.

Bildu es una coalición formada por dos partidos políticos vascos de corte independentista (Eusko Alkartasuna y Alternatiba) y una plataforma abertzale (Heritarron Garaia). Eusko Alkartasuna fue fundada por Carlos Garaikoetxea – que fue lendakari vasco – en 1986 y Alternatiba es una escisión de Ezker-Batua, que agrupa diversas tendencias del histórico partido comunista de Euzkadi. Parece pues que el “malo” de la coalición es el tercer socio (Heritarron Garaia), en el que el tribunal ve “indicios” de vínculos con anteriores marcas del independentismo vasco. Esos “indicios” son simples hipótesis, pues si tuvieran la mínima prueba los denunciarían, los juzgarían y los encarcelarían.

La pregunta es ¿cómo y por qué se pueden tomar este tipo de decisiones con unas bases tan poco sólidas? Pues muy sencillo: porque así se sigue manteniendo el control político sobre un territorio hostil. Como siempre, los números nos dan las claves de esta trampa. En las últimas elecciones municipales (2007) el Partido Nacionalista Vasco obtuvo 308.000 votos y 1.029 escaños en los ayuntamientos, el PSOE 241.000 y 332, el PP 153.000 y 185, y Euzko Alkartasuna 73.000 y 337 escaños. Es decir, EA tiene más concejales y alcaldes en la actualidad que el PSOE y el PP. Y la razón es muy simple: está muy extendida en los pueblos pequeños y medianos, donde la participación de los partidos españolistas es escasa.

Y si EA sola tiene esta gran representación, ¿qué podría ocurrir en una coalición como Bildu? Probablemente una mayor difusión del independentismo vasco. Sólo les faltaría esto a los poderes de la villa y corte asentados en Madrid, tras el progreso del independentismo catalán. Solución: impedir que Bildu se presente. Si no existen razones, se inventan.

Como decía Groucho Marx: “Estos son mis principios, si no le gustan, los cambio”.

Alf Duran Corner

 

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