MAXIMIZAR O SATISFACER
Focus: Sociedad
Fecha: 20/08/2004
Barry Schwartz, autor del atractivo ensayo “The paradox of choice”, ha planteado recientemente el contraste entre las dos grandes opciones a las que se ven abocados muchos ciudadanos de la “burbuja capitalista avanzada”: maximizar o satisfacer.
La doctrina oficial, de fuerte carga retórica, es que hay que ser “competitivo”. Nadie sabe a ciencia cierta qué significa esto, pero, por si acaso, nos ajustamos a la instrucción programada: maximizar.
Lo anterior significa elegir siempre lo mejor (o lo que nosotros creemos que lo es), obteniendo la excelencia en la relación coste – beneficio.
Pero para maximizar hay que analizar en profundidad todas las alternativas y elegir la mejor: el mejor trabajo, el mejor salario, la mejor pareja, la mejor vivienda, el mejor barrio, el mejor coche, etc.
Este proceso es agotador y la experiencia empírica demuestra que aunque alcancemos el algoritmo (somos los mejores), no por ello nos sentimos mejor.
Y es que una cosa es maximizar y otra muy distinta satisfacer.
Los que se apuntan al primer patrón de conducta tienden a ser más pesimistas, más ansiosos, más preocupados, más enojados, más frustrados y más deprimidos que los que optan por el segundo.
Estos últimos también analizan, aunque no exhaustivamente, y sólo cuando el tema lo merece. Luego deciden con un criterio de “suficientemente bueno”, y se relajan.
Quizás, no necesariamente, no serán los primeros en riqueza y status, pero muy probablemente serán más felices.
No nos cansaremos de repetir el sabio consejo del gran Shakespeare: “Not a minute of our life should stretch without some pleasure” (ni un minuto de nuestra vida debe discurrir sin algún placer).
Y esto no se consigue maximizando.
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