MENTIRAS Y CINTAS DE VIDEO
Focus: Política
Fecha: 20/02/2003
Si no fuera porque van a morir muchas personas, porque otras especies (fauna y flora) van a quedar afectadas por las bombas de uranio enriquecido y otras gabelas bacteriológicas que han desarrollado con mimo los científicos norteamericanos, sería como para reírse a carcajadas de tanta estupidez.
Nos tratan como gilipollas, como si fuéramos súbditos de un remoto país de la oscura Edad Media.
Pero la red está ahí (la world wide web) para informarnos y situar el problema en su contexto real.
Hemos navegado por la red y hemos acudido a fuentes interesadas en sesgar la opinión a su favor (
www.cia.gov/cia/publications/factbook,
la web oficial del servicio de "inteligencia" de Estados Unidos y
www.idf.il/, la web del ejército
israelí) y nos hemos encontrado con interesantes documentos sobre la “terrible” capacidad de destrucción del ejército iraquí.
Según esas fuentes, la capacidad operacional de ese ejército es prácticamente inexistente. El embargo les ha limitado la reconstrucción de las diezmadas unidades que fueron duramente castigadas en la guerra del Golfo.
Se pide a la OTAN que defienda a Turquía frente a la amenaza de Irak, cuando la aviación militar iraquí cuenta con 130 aviones, escasos de recambios, frente a los 240 F/16 (el orgullo de General Dynamics) entre los 600 aviones de combate que poseen las fuerzas aéreas turcas. Eso sin contar con el apoyo de las bases norteamericanas. Turquía tiene más aviones Falcon/16 que ningún otro país del mundo, con la excepción de Estados Unidos.
Qué tendrá ese desértico país, bañado por el Eufrates y el Tigris, de inviernos suaves (con la excepción de las fronteras montañosas con Turquía e Irán) y tórridos veranos, de una superficie similar a la de España, de 24 millones de habitantes, de los que casi 10 tienen menos de catorce años?
Qué tendrá, aparte de un petróleo de gran calidad y fácil extracción, para interesar tan profundamente?
La respuesta no son las armas bacteriológicas que les vendieron los norteamericanos en los ochenta y que se usaron contra los iraníes y contra los kurdos. Tampoco lo es su improbable y futurible capacidad nuclear. Lo de las “armas de destrucción masiva” es un macrolexema que haría las delicias de Chomsky.
La respuesta a tanta codicia es “su posición geoestratégica”.
Zbigniew Brzezinski, que fue consejero de seguridad nacional para la presidencia de Estados Unidos, lo ha explicado muy bien en su libro “El gran tablero mundial”.
Irak es como un gran portaaviones terrestre. Tiene fronteras con Irán, Turquía, Arabia Saudita, Siria, Jordania y Kuwait. Es, como dicen los catalanes, “el rovell d’ou”. Desde Irak, con una sociedad civil laicizada, se pueden controlar los “desvíos” fundamentalistas de Iran (shiitas) y Arabia Saudí (sunitas), se refuerza el eje militar entre Turquía e Israel (los gendarmes de la zona) y se reajusta el equilibrio de la OPEC.
Irak, bajo el dominio de Estados Unidos, puede recibir importantes créditos para su reconstrucción y transformarse en un modelo de democracia de corte occidental, sin los extremismos religiosos de la extrema derecha israelí.
Es una apuesta arriesgada, pero posible. Nos guste o no nos guste.
Si sale bien, tenemos “Imperio” para rato.
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