MORE DEMOCRACY. LESS BUROCRACY

Focus: Política
Fecha: 11/10/2013

Los “euroescépticos” británicos siguen obstinadamente su campaña contra la Unión Europea con el lema “Más democracia. Menos burocracia”. Y es que hace ahora cuarenta años (1973) que un apesadumbrado Edward Heath firmaba su adhesión a la Comunidad Europea, en un momento en el que el Reino Unido era percibido como el “enfermo de Europa”. No se atrevió a hacer un referéndum porque los sondeos le iban en contra. Cuando al cabo de unos años se llevó adelante el sondeo, los británicos apoyaron la integración sin entusiasmo, porque ya estaban dentro del club. Ahora otro político conservador (David Cameron) se está planteando nuevas opciones; está intentando recuperar el espíritu de la EFTA, la asociación de libre comercio nacida en 1960 y cuyos miembros actuales son Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein.

Porque la EFTA tiene todas las ventajas de la UE (libertad de movimiento de mercancías, capitales y personas) y ninguno de sus inconvenientes. Porque el presupuesto de la EFTA es de 22 millones de francos suizos y el de la Unión Europea es de 135.000 millones de euros. Porque la EFTA es ligera y la UE es pesada. Porque la EFTA es trasparente y la UE es opaca. Porque la primera es eficiente y la segunda no. Porque la EFTA no tiene más pretensión que la libertad del comercio y la UE no tiene todavía claro que se propone.

Cameron fue claro cuando dijo a primeros de año que Bruselas pretendía arrogarse unos poderes que nadie le había otorgado. O cuando argumentó, con mucha razón, que el intento de armonizarlo todo era absurdo, pues las diferencias económicas entre los países miembros de la Unión Europea eran muy importantes.

Quizás por esto el ministro alemán de Finanzas (Wolfgang Schäuble) sigue hablando “off the record” de la Europa de dos velocidades, aunque no precisa a que parte de Europa se refiere; pues una cosa es la Europa territorial, la otra la que constituye la Unión Europea, una tercera es la Eurozona (que no incluye a todos los miembros de la UE) y una cuarta es la EFTA.

Entretanto los 55.000 empleados de la Unión Europea (la población de una ciudad media) siguen redactando procedimientos, asignando subvenciones, cercenando proyectos ajenos y amenazando con teóricas sanciones. Siempre se ha dicho que un funcionario hiperactivo es mucho más peligroso que un funcionario vago.

Todo muy kafkiano.

Alf Duran Corner

 

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