OPERACIÓN DE ALTO RIESGO

Focus: Economía
Fecha: 25/10/2013

Durante las últimas tres semanas hemos vivido un episodio problemático del que se ha salido de puntillas, a través del típico mecanismo de prorrogar la toma de decisiones que compete y así tomarse un descanso. Me refiero a la posición negativa de la mayoría de la Cámara de Representantes de Estados Unidos para que se autorizase al gobierno Obama el aumento del techo de la Deuda Pública. Sin este aumento, el gobierno no tenía suficiente dinero para cumplir con sus obligaciones presupuestarias (gasto e inversión). De momento se ha abierto el grifo, pero sólo hasta enero. Los de la cámara baja (muchos de los cuales son tan aislacionistas que nunca han salido de Estados Unidos) están jugando con fuego, aunque no lo saben.

La Deuda Pública de Estados Unidos es razonable (73% del PIB) y su Déficit Público está dentro de un orden (4%). Además, se endeudan en dólares, que es la moneda de referencia universal. En términos comparativos, el Estado Español acabará el 2014, probablemente, con una Deuda del 100% del PIB (en una moneda que no controla) y un Déficit del 6%. ¿Cuál es pues el problema para tanto alboroto en la nación americana, que ha supuesto en los últimos tres años una reducción anual del 0,6% del PIB y la pérdida de dos millones de puestos de trabajo? ¿O es que los parlamentarios han olvidado que en el 2012 ya se pactaron una serie de recortes del gasto – algunos con escaso criterio – y que para el período 2014 – 2021 este plan va a suponer un ahorro de 1,2 billones de dólares (trillones americanos)?.

Tomar el Plan Nacional de Salud como arma arrojadiza es una perfecta necedad. El modelo actual no funciona y la prueba más evidente es que la salud pública cuesta a los norteamericanos un 17,6% de su PIB (eso dejando en la cuneta con una asistencia precaria a 44 millones de ciudadanos), mientras que en países como Canadá, Alemania y Francia (con una cobertura extensiva), la Salud Pública sólo cuesta el 11,5%. Esta diferencia de casi seis puntos se pierde por el camino para provecho de las compañías aseguradoras, de sus lobbies y de algunos miembros de la cámara baja. Y esto es un escándalo. El nuevo modelo, aprobado por ley y ratificado por el Tribunal Supremo, subsidia a los particulares con ingresos inferiores a 50.000 dólares y a las empresas que pagan el seguro médico a sus empleados. Y además, reduce el coste notablemente.

Este contencioso acabará solucionándose porque el estilo americano es muy pragmático. Habrá compensaciones, pero el partido Republicano puede perder las legislativas del Congreso del año próximo. Algunos congresistas han de viajar más y documentarse mejor para no hacer el ridículo.

Si lo hubieran hecho sabrían que entre el Banco de China y el Banco del Japón tienen en sus reservas Bonos del Tesoro americanos y otros activos públicos de la misma fuente por un importe de tres billones de dólares (más de dos veces el PIB español) y que no van a tolerar que los emisores de este papel declaren la bancarrota, porque esto desequilibraría sus cuentas y llevaría a la recesión mundial.

El póquer ciego se juega en otra mesa.

Alf Duran Corner

 

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