PAPANATISMO
Focus: Sociedad
Fecha: 11/10/2000
La Bolsa estos días, y llevamos muchos, anda a tirones y a los grandes inversores institucionales les ha alcanzado el temor de que sus portafolios tengan excesivo peso de telecos, puntos.com y otros valores de alto riesgo.
La última moda tecnológica son los móviles de tercera generación, que pretenden combinar los servicios telefónicos tradicionales con el acceso a Internet a alta velocidad.
No sólo podremos hablar y escuchar (algún día merecerá la pena un debate sobre los contenidos de las conversaciones entre móviles), sino que tendremos un pronóstico del tiempo, el resultado de un acontecimiento deportivo, el teléfono de un restaurante, las noticias de actualidad, la marcha del índice Nasdaq y todos los e-mails que pueda recoger nuestro teléfono-basura.
Y todo eso en una pantalla, coloreada o no, que cabe en un soporte que debe caber en nuestro bolsillo. Porque si no es así, el fracaso es total.
Y ello ocurrirá en circunstancias especiales, en las que no tengamos a mano nuestro PC habitual, ni nuestro Palm, ni nuestro teléfono fijo, ni nuestra secretaria. Es decir, en los aeropuertos, en los restaurantes, en las salas de espera, en los coches con el sistema de manos libres o en nuestros apresurados desplazamientos a pie.
Los ópticos tienen un futuro espléndido, pues las nuevas tecnologías acabarán con nuestros fatigados ojos.
Algunos, quizás unos pocos todavía, estamos hartos de vivir "on-line" y queremos simplemente vivir, salir a la terraza para ver si llueve, preguntarle a un amigo donde hay un buen restaurante, decidir tranquilamente nuestras inversiones, escuchar un flash informativo en la radio de toda la vida y tener una conversación cara a cara con alguien a quien queremos.
Vida simple, que no simplismo y estupidez.
