PENDEJADAS
Focus: Economía
Fecha: 02/12/2005
Que la portera de la finca comente con la vecina que la Caixa se lo está quedando todo o que el taxista de turno polemice sobre la conveniencia de pararles los pies a “los del gas”, entra dentro de la más estricta lógica de un país en el que muchos ciudadanos desayunan con la Cope, toman el bocadillo con Onda Cero, apuran el café con la Razón y se acuestan con Antena/3.
Ahora bien, que los portavoces del principal partido de la oposición y en especial aquellos que detentan el papel de responsables económicos, tengan la desvergüenza de mezclar churras con merinos en un campo en el que se les supone un cierto conocimiento, sólo puede poner de manifiesto que o son unos ignorantes o son unos indocumentados.
Cualquier persona que pertenezca al ámbito económico/empresarial y que haya ocupado cargos de responsabilidad en el campo privado sabe que el mercado y el dinero están globalizados, que los grandes accionistas son inversores institucionales, que los consejos de administración de las grandes corporaciones son un equilibrio de poderes, que los pequeños accionistas no cuentan para nada, que las bases del éxito comercial son producto/precio y servicio.
Ahora resulta que el señor Durao Barroso es un agente camuflado de Gas Natural que presionó para que la Comisión Europea se inhibiera en la Opa de Gas Natural sobre Endesa, a cambio de reducir el monto de los fondos de cohesión de la UE hacia España, con el beneplácito del Presidente del gobierno español señor Rodríguez Zapatero, que así compensa a la Caixa por la condonación y refinanciación de la deuda del PSC y de ERC, este último partido aliado del PSOE en el parlamento español, a cuyo sindicato hermano (la UGT) se le ha devuelto patrimonio por valor de 150 millones de euros que les fueron incautados durante la guerra civil, con objeto de que equilibre su balance.
De esta novela barata, la única y miserable verdad es que han tenido que transcurrir 65 años para que el Estado democrático devuelva parte del expolio que se cometió con la UGT.
Los señores Acebes, Zaplana y Martínez Pujalte, en lugar de acudir a festivas manifestaciones marianistas, deberían apuntarse a un seminario sencillito sobre principios de economía e higiene mental.
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