PESETAS, PESETAS, Y LO DEMÁS SON PUÑETAS

Focus: Economía
Fecha: 23/11/2010

La puñeta es el adorno de bordados y puntillas, que se pone en la parte que rodea la muñeca, en la manga de una toga. O sea: abalorios. Pura vacuidad.

Cuando se habla, civilizadamente, sobre una Catalunya independiente del Estado Español, se dan muchas razones, todas ellas respetables. No voy a repetir una vez más lo que la lógica más elemental prescribe: cuando uno no se siente cómodo en un club, en el que además se le critica constantemente, lo más higiénico es darse de baja. Técnicamente es muy sencillo: basta con segregar activos y pasivos (contables, no emocionales).

Ahora, en plena campaña electoral para las elecciones al Parlament, se ha abierto un debate sobre la deuda pública que dejará en las arcas el actual govern de la Generalitat. Esa deuda pública (que ronda los 30.000 millones de euros), se verá acrecentada por los recién emitidos bonos (3.000 millones), que han sido necesarios para cubrir gastos corrientes.

Lo llamativo es que la discusión entre los políticos y los medios que les hacen de soporte (en la actualidad todo está infectado) es sobre el interés que se ha pagado por esos activos (4,75% para el inversor + 3% para el banco intermediario). Y ésta no es la cuestión, aunque se utilice como argumento electoral para señalar “lo mal que lo han hecho los otros”.

El meollo es ¿por qué la Generalitat está tan endeudada? Y la respuesta es obvia: porque sus gastos son superiores a sus ingresos. Y que por mucho que se recorten los primeros, el problema está en el volumen de los segundos.

Y ¿cómo puede ser que con un PIB de 200.000 millones de euros, nuestros ingresos fiscales (lo que se recauda por todos conceptos en Catalunya) no cubran nuestros gastos? Pues por la simple razón que un mínimo del 33% de los ingresos (según los propios datos oficiales) se quedan en las arcas del Estado central. Para ser más explícitos, las auditorías públicas nos dicen que en el período 2002 – 2005 se recaudaron 42.000 millones anuales y nos “asignaron” 28.000. Es decir, 14.000 millones de euros al año fue lo que pagaron los ciudadanos catalanes por continuar siendo españoles. Luego, durante los años del boom (2006 – 2008), la cuota creció, hasta llegar a un máximo de 21.000 millones.

Y es que el déficit de la Generalitat no se genera por los gastos, sino por el agujero de los ingresos. Y esto no lo arregla nadie (por buena voluntad que tenga el señor Mas), sino cambiamos de vagón de tren.

Pesetas, pesetas. Y lo demás son puñetas.

Alf Duran Corner

 

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