POPULISMO
Focus: Política
Fecha: 20/01/2003
En Teoría Política se define el populismo como un estilo o cultura de gobierno que arrincona los cauces democráticos y establece una relación directa con el pueblo, a base de gestos grandilocuentes, solemnes obviedades, estímulos a la visceralidad y paternalismo del viejo cuño.
El populismo, nacido en la Rusia revolucionaria del último cuarto del siglo XIX, es un movimiento oportunista, demagógico, manipulador, retórico e ineficaz.
El populismo tiende a construir un “régimen”, al que hay que adherirse si no quieres ser tachado de desleal o antipatriótico.
Mussolini fue populista en sus orígenes, como lo fue Perón y lo son Chávez, Berlusconi y Aznar.
Populismo es pretender tirar una cortina sobre la mancha del “Prestige” a base de una cascada de medidas para endurecer el código penal, medidas espontaneístas que tienen la condición de fuegos de artificio.
Populismo es intentar desprestigiar al movimiento cívico “Nunca Mais”, que ha luchado como nadie para reivindicar sus derechos ciudadanos, tomando como base las denuncias injuriosas de una supuesta plataforma de funcionarios corruptos.
Populismo es despertar el miedo al otro, modificando a la baja una ley de inmigración dudosamente constitucional.
Populismo es comunicar “urbi et orbe” que el gobierno cumple con sus obligaciones de pagar a las clases pasivas un diferencial de inflación, cuando lo que hacen es liquidar con retraso unas cantidades pactadas de antemano.
Populismo es desplegar banderas sin ton ni son, enviar escuadras a un islote perdido y apostar por la guerra frente al “eje del mal”.
Populismo es apuntarse a la fila cero de un festival pro síndrome de Down. Populismo es colocarse en la “discreta” posición de último de la lista en las elecciones municipales de Bilbao.
El populismo triunfa en sociedades desencantadas de la política. El riesgo del populismo es que linda con el fascismo.
Basta con repasar la historia para enterarse.
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