¿ POR QUÉ ?
Focus: Política
Fecha: 29/04/2015
Los niños pequeños – todos lo hemos sido en algún momento – martillean a los adultos con sus continuos “porqués”. Quieren saber y preguntan con naturalidad. Luego, poco a poco, la sociedad limitará su espontaneidad y su frescura mental y, cuando lleguen a adultos, quedarán encorsetados por un sistema cerrado y por un repertorio de respuestas estereotipado.
Pero el “porqué” sigue vivo, pues es una herramienta muy útil en los trabajos de investigación del conjunto de las ciencias sociales. Veamos un ejemplo, a partir de una noticia reciente:
“En lo que va de año, unos dos mil quinientos emigrantes han fallecido en el Mediterráneo, en la zona entre Libia e Italia, al hundirse los barcos que los transportaban.”
¿ Por qué ?
- Porque los barcos no reunían las condiciones adecuadas, iban sobrecargados y no contaban con tripulaciones expertas.
¿ Por qué ?
- Porque el transporte está controlado por grupos de traficantes y contrabandistas libios, que no prestan atención a la seguridad de la operación.
¿ Por qué ?
- Porque tienen más demanda que oferta para hacer este “servicio”, ya que se estima que entre 500.000 y un millón de personas (la mayoría sirios y subsaharianos) se hallan en la zona de Trípoli, a la espera de que alguien los lleve a algún puerto italiano.
¿Por qué?
- Porque creen que por mal que les vaya al otro lado, no será peor de lo que han sufrido en sus propios países, inmersos en guerras perpetuas, sin que las naciones occidentales hayan hecho nunca nada sensato para evitarlas. No sólo eso, si no que su intervención ha producido males mayores.
¿Por qué ?
- Porque el proceso de descolonización fue una chapuza, una chapuza que superó el reparto de la colonización que lo precedió.
¿Por qué?
- Porque los gobernantes autóctonos, en países dibujados sobre planos desde mullidos despachos de Londres o de París, no eran más que empleados bien retribuidos – muy bien retribuidos – de los poderes coloniales históricos, a quienes sólo interesaba el control de las materias primas de los territorios.
¿ Por qué?
- Porque el Medio Oriente y buena parte de África tiene recursos de naturaleza estratégica que se consideran vitales para el gobierno del mundo. Y así sucesivamente...
Las reuniones de los dirigentes europeos – lloros aparte – no sirven para nada. Como mucho crearán una “comisión”. La muerte de miles de emigrantes clandestinos es sólo un efecto colateral. El marco de referencia es el siguiente:
- La guerra civil de Siria es una catástrofe. El país está hundido. Las infraestructuras destruidas. Centenares de millares de personas muertas, desaparecidas o refugiadas. Y sigue.
- Desde la liquidación de Muamar el Gadafi, Libia es un caos. Hay un regreso al tribalismo. Existen dos gobiernos (uno en Tobruk y otro en Trípoli), que actúan de forma diferente, y cuyo ámbito de poder es limitado. Éste es el caso del traslado de emigrantes, que las tribus recogen en Kufra (cerca de la frontera entre Egipto y Libia), los llevan por el desierto hasta Sabha, y luego hasta Trípoli. Les cobrarán 1.200 dólares por el servicio. Allí las mafias locales exigirán entre 1.000 y 2.000 dólares más por una plaza en un barco. Las Naciones Unidas estiman que la travesía marítima genera unos ingresos de 170 millones de dólares anuales.
- Irak es un ejemplo del fracaso de querer vender una teoría política (la “democracia occidental”) a cañonazos. Las comunidades religiosas están enfrentadas. El desorden en la calle es habitual. Los atentados continúan. Lo único importante es quien controla el petróleo.
- El “Estado Islámico” (ISIS) ha abierto brecha aprovechando la coyuntura, y pretende imponer un califato sobre un extenso territorio (a caballo entre Siria e Irak). Utilizan las redes sociales como vehículo de comunicación, dando teatralidad a sus salvajes rituales.
- En Nigeria, uno de los grandes países centroafricanos – en población (175 millones) y recursos energéticos (petróleo y gas) – que se presenta como modelo de país emergente, la guerrilla islamista de Boko Haram campa a sus anchas, con ejecuciones sumarias, secuestros y violaciones, y ni el gobierno ni el ejército son capaces de impedir su acción.
- Egipto, donde se vivió el episodio de la “primavera árabe” (que sólo servirá como guion de una película con “mensaje”) y donde incluso se celebraron sus primeras elecciones democráticas, ha vuelto atrás. Un golpe de Estado militar ha restaurado una férrea dictadura, cuyos tribunales dictan sentencias de muerte a la misma velocidad que un maestro reparte caramelos entre los niños.
- Sudáfrica, donde la producción de diamantes contrasta con la extrema desigualdad social y una rutinaria violencia, ha vivido recientemente una ola de xenofobia contra los emigrantes de los países vecinos, que ha producido una huida masiva. Es una nueva versión de lucha de clases: negros contra negros más pobres.
- En Angola (el segundo productor de petróleo del continente), donde tras una larga y sangrienta guerra civil que dejó millones de muertos, se mantiene una estructura de poder feudal bajo el mando del presidente Dos Santos, una de cuyas hijas se ha convertido en la mujer más rica de África.
- En cuanto al Yemen, se puede decir que es un campo de tiro. Dos facciones luchan por el poder, con la intervención de las fuerzas aéreas sauditas en apoyo de una de ellas. El bombardeo indiscriminado de Aden provoca miles de muertos entre la población civil. El interés por el Yemen es de naturaleza estratégica (entrada en el Mar Rojo, hacia el Canal de Suez).
Si los barcos que trasladan clandestinamente a los emigrantes fueran protegidos por torpederas, los emigrantes llegarían sanos y salvos a las costas italianas, luego los ubicarían en centros de acogida/recogida y, de forma más o menos opaca, los devolverían a su lugar de origen.
El problema no es éste. El problema es la situación de África y del Medio Oriente en su totalidad. Y en manos de los líderes políticos actuales y de su probada mediocridad, es un problema irresoluble.
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