PROMESA CUMPLIDA
Focus: Sociedad
Fecha: 21/12/2012
La semana pasada dedicamos este punto de vista a la “búsqueda de la felicidad” y al análisis que la ciencia económica – después de realizar una sana autocrítica – había llevado a término. Y vimos que el “derecho a decidir” – que es la expresión más genuina del libre albedrío – era consustancial con el proceso de búsqueda.
Me comprometí a contar las recomendaciones de Bruno Frey y aquí están. Las considero muy adecuadas para cerrar un año complejo que marca una senda distinta respecto al paradigma anterior. Nunca como ahora es importante reflexionar y asumir con serenidad los cambios de un entorno turbulento.
Dice Bruno Frey:
1). No os preocupéis por no ser genios. Los genios no son más felices que los demás. Uno de los secretos de la felicidad se resume así: compararos con aquellos que tienen menos que vosotros. De promedio, los que obtienen una medalla de bronce son más felices que los que la obtienen de plata. Estos últimos se comparan con las medallas de oro. Los de bronce se comparan con los que no han alcanzado medalla.
2). Ganad dinero, pero no hagáis de esto una enfermedad. Si no, entraréis en una carrera interminable que no tiene fin.
3). Envejeced con tranquilidad. Ya no tenéis que hacer “la gran obra”. Quizás encontraréis, como Beethoven, el placer crepuscular de una nueva creatividad.
4). No os comparéis con los demás en materia de belleza. Las normas no son reales. Las presiones que los/las “top models” ejercen sobre vuestra psique producen una frustración inútil.
5). Creed en alguna cosa: la justicia social, la naturaleza, el gran espíritu, dios, etc. Es necesario encontrar “un significado de la vida” para escapar de uno mismo.
6). Ayudad a los demás: el altruismo os aleja de vuestra soledad.
7). Controlad vuestras ambiciones. Las aspiraciones siempre quedan por debajo de las realizaciones.
8). Conservad a vuestros amigos. Son los bienes más queridos, aunque no sean siempre visibles.
9). Buscad compañía. La soledad no es ideal.
10). Aceptaros y gobernad racionalmente vuestras debilidades.
Tomaros un tiempo para pensar en todo esto. Y luego, actuad en consecuencia. Y sobre todo, relajaros.
Volvemos en enero. Os deseo lo mejor para el 2013.
« volver