¿ QUÉ ABEJA MAYA ?

Focus: Política
Fecha: 29/01/2021

Este personaje de dibujos animados, sacado de contexto y pasado de la televisión japonesa a los medios occidentales, tiene su origen en un relato de aventuras (“Die Abenteuer der Biene Maja”) escrito por un oscuro novelista de ideología filonazi llamado Waldemar Bonsels. Y es que la historia que nos cuentan de “una joven abeja, inquieta, aventurera y preguntona” esconde una realidad muy distinta en la que domina el militarismo, la violencia y el racismo, atributos propios de una sociedad totalitaria de pensamiento único.

Cuando la señora Colau (que una alma bondadosa describió como la nueva “abeja maya”) se aupó un poco por azar al puesto de alcaldesa de Barcelona, sin la menor experiencia en gestión (ni pública ni privada), algunos tuvimos la oportunidad de repasar su trayectoria y vimos que era, por encima de todo, una activista política y cultural del espacio libertario. Personalmente me pareció una apuesta muy arriesgada dejar la gestión pública de una gran ciudad en manos de una desconocida de perfil amateur. Si tenía vocación municipalista, podía haber empezado por un pueblo pequeño e ir avanzando y aprendiendo, sin causar destrozos a la población.

Pero no fue así y se puso a experimentar. No es que experimentar en política sea una mala cosa; puede incluso ser buena, siempre que se domine el método de trabajo y se visualicen a priori los escenarios resultantes. Un ejemplo de “gran experimentador” fue Franklin Delano Roosevelt. Y ya se ha visto que en el “entorno Colau” no se ha tomado este enfoque y la racionalidad en la toma de decisiones es una desconocida.

En la segunda etapa del gobierno municipal han aparecido otros indicadores más dudosos sobre el contenido y alcance de su credo ideológico. Se asoció con la versión catalana del psoe (bien atrincherada en los segundos niveles del ayuntamiento) y no tuvo escrúpulos al aceptar el voto de la ultraderecha para mantener la poltrona. Yo no sé cuál es de verdad la cultura política de esta señora, pero sus palabras y sus actos están más cerca de las ideas de Bonsel que del relato edulcorado fabricado por la televisión japonesa.

Me importa un bledo que se declare en contra de la independencia de Catalunya, que se sienta muy española o que crea que tratar de “radical” a Laura Borrás es un argumento en contra de la líder de JuntsxCat, pero mejor sería que se dedicara a sus obligaciones locales (que son muchas) y no se metiera donde no la llaman.

Su última proclama para recuperar la alianza entre Psoe-Comuns-ERC en el gobierno de la Generalitat, es el colmo del cinismo. Esa etapa (el “tristpartit” como lo calificó un fino analista) fue un desastre para las cuentas públicas y una cantera de las nuevas estrellas mediáticas. Estrellas como el recuperado  y también triste señor Illa, quien por cierto tuvo una trayectoria nefasta como director general de Infraestructuras de la conselleria de Justicia, puesto desde el que se ocupó del proyecto inmobiliario de la Ciudad de la Justicia, con un coste superior al cincuenta por ciento de lo presupuestado.

No nos gusta, señora Colau, que haya transformado  nuestra ciudad en un parque temático provinciano, con bloques de hormigón repartidos al azar sin ningún sentido, estrechando las vías de mayor acceso y produciendo estrangulamientos, sin policías municipales en las calles dando servicio a los ciudadanos, con carriles bici por los que apenas pasan bicicletas y grafitis esparcidos pintarrajeando el asfalto.

Pero menos nos gustan sus amistades y el carácter profundamente reaccionario de sus intenciones. ¿O es que quiere imitar al “ínclito” señor Iceta y entrar a formar parte del gobierno “más progresista de la historia”? Si es así, le recomiendo que lea el ensayo de Vance Packard “Los trepadores de la pirámide”. Se sentirá reflejada.

Alf Duran Corner

 

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