¡QUÉ VIENE LA DERECHA!

Focus: Política
Fecha: 17/03/2021

Cuando los herederos del franquismo (a la derecha y a la izquierda del espectro, pero todos reaccionarios), parieron la “España de las autonomías” para impedir que Catalunya ejerciera su derecho a la autodeterminación, se inventaron la Comunidad de Madrid para cerrar el círculo del “café para todos”. Era una manera de equilibrar poderes entre los partidos dinásticos, con el tándem inicial entre la UCD y el PSOE, para pasar luego el testigo al tándem PP-PSOE.

La Comunidad de Madrid es el crisol de la derecha más rancia en el sentido ideológico del término, pues basta con repasar la lista de los presidentes o presidentas que ha tenido, todos elegidos democráticamente. Entre los hombres tenemos a los señores Leguina, Ruiz-Gallardón, González, Garrido y Rollán. Entre las mujeres a las señoras Aguirre, Cifuentes y Díaz Ayuso. Joaquín Leguina y Esperanza Aguirre marcaron bien el territorio, pues el primero estuvo doce años en el puesto y la segunda nueve. Dos ciudadanos histriónicos hasta la médula. La hemeroteca de este colectivo está llena de caspa.

Y ahora la señora Díaz, en cuyo currículum destaca por méritos sus años de tuitera de la señora Aguirre –lo que explica su justificado nombramiento–  ha convocado elecciones. Y ante esta convocatoria, algunos analistas de mesa de camilla han declarado horrorizados: ¡Que viene la derecha!

La derecha no puede venir porque lleva siglos montada en el carro del poder de la capital del Imperio e indirectamente en todos sus dominios. Estas elecciones son una farsa que solo sirven para que la gente se distraiga, ahora que no pueden ir al Bernabéu. Las ganará la tuitera y gobernará en compañía de sus colegas y amigos, con el apoyo entusiasta de la casta, sea ésta la mediática, la de la CEOE o la de los altos funcionarios del Estado que controlan todas las instituciones.

El PSOE no tiene ningún interés, pues sabe que este territorio pertenece a su teórico competidor, con quien comparte bases ideológicas profundas. Por eso repite como candidato el señor Gabilondo, un académico que reúne todas las condiciones para ser un buen perdedor. A ellos les basta por el momento con mantener el gobierno del Estado, sobre todo ahora que llegan fondos líquidos de la Unión Europea y pueden asignarlos a su gusto. El señor Sánchez tiene madera de superviviente y buscará el soporte que le convenga en cada circunstancia, pues su única finalidad es continuar en el cargo. No sería de extrañar en un futuro próximo una coalición PSOE-PP en el Estado, con alternancias de gobierno y períodos de vacaciones pagadas en los consejos de administración de los sospechosos habituales.

El señor Iglesias, muy inteligentemente, ha hecho un movimiento estratégico para recuperar la notoriedad perdida y volver a estar vivo como político en la Asamblea de Madrid. Podrá hacer nuevas entrevistas en la Tuerka y salir en los medios. Una vuelta a la normalidad. Y es que hay que continuar pagando la hipoteca.

Que el PP tenga el apoyo de Vox es irrelevante. Es su hijo natural, que se ha hecho mayor y gusta de gritar y alardear. En la práctica ya colabora con la familia en otras comunidades, y todos tan contentos.  La señora Ayuso, en un acto que se agradece,  ha asumido frívolamente su condición de fascista, aunque no creo que la “Historia de las ideas políticas” se curse en la universidad de los tweets. Y la fiesta de las elecciones se celebrará en plena pandemia, ya que la “autoridad competente” así lo ha considerado oportuno.

Y es que como dice Diego de Acuña en tono chulesco, ese sobado personaje de la comedia dramática “En Flandes se ha puesto el sol”, “España y yo somos así señora”.

Esperpéntico, pero real como la vida misma.

Alf Duran Corner

 

« volver