REALPOLITIK
Focus: Política
Fecha: 29/08/2002
Este es un término querido por los expertos en política exterior, aunque pueda aplicarse a la gestión de los asuntos domésticos, que aboga por la adaptación a los hechos existentes, la búsqueda de objetivos alcanzables, el rechazo de una fórmula ideal.
Este término explica que a un personaje tan nefasto como Henri Kissinger le otorgaran el Premio Nobel.
Pero Kissinger había leído a Tucídides, y, probablemente a Maquiavelo y a Bismarck.
El parlamento español, con el apoyo mayoritario del partido popular y del partido socialista, ha iniciado un proceso para ilegalizar Batasuna. La consumación de este proceso llevará a la ilegalización virtual de 250.000 ciudadanos del País Vasco. Habrán dejado de existir.
Pero seguirán manifestando sus opiniones y, lo que es peor, seguirán actuando en una lucha sorda y despiadada que no tiene fin.
El Estado Español sólo tiene dos opciones: o declara la guerra a ETA, con todas sus consecuencias, o negocia con su rama política, como lo hizo el gobierno británico con el IRA.
El problema es que el partido popular se cargó las bases de la lucha antiterrorista para ganar unas elecciones y ahora no sabe que hacer. Se llenaron la boca con “el Estado de Derecho”, cuando Marco Tulio Cicerón había avisado sabiamente: “Inter arma silent leges” (Durante la guerra, las leyes están en silencio).
Las decisiones del parlamento español caerán en saco roto y el contencioso vasco-español irá a peor.
Los políticos deben guardarse los sentimientos en el bolsillo y resolver los problemas, que para eso son elegidos.
“O caixa o faixa”, dicen en Catalunya.
Lo de Sagunto y Numancia sólo sirve para ganar a Malta por doce a uno.
« volver