Focus: Sociedad
Fecha: 20/07/2017
Llevo ya dieciocho años escribiendo esta columna con una periodicidad semanal, recomendando lecturas, recordando citas célebres, compartiendo documentos con mis lectores. Nunca he querido transformar mi Web en un Blog –y no soy el único, véase Stiglitz, Krugman y otros– porque veo como muchos blogs –por buenos que sean sus creadores– acaban siendo una corrala donde los insultos, los malos modos y la necedad campan a sus anchas.
En ocasiones se me ha pedido por parte de algunos de mis suscriptores (unos 600 en la actualidad) que comente mis fuentes más directas. Yo señalo que en la propia web hay un apartado que se titula “links recomendados”, y allí está toda la información.
Pero ante la insistencia de mis más fieles seguidores (algunos llevan conmigo desde el origen), voy a hacer una excepción y relatar una cuidada selección de las fuentes que, a mi juicio, uno no debería perderse si quiere conocer “el perquè de tot plegat”.
Empezaremos por hojear el “Time” semanalmente y quedarnos con sus informes especiales (edición en papel); muy bien documentados. A diario repasar el “Guardian” y el “Financial Times” (este último es de pago). Hojear el “Washington Post” y de tanto en tanto “The New York Times”. Si nos interesa la economía no perderse la edición online de “The Economist”.
Para apreciar una visión europea de países civilizados, podemos ir al “Frankfurter Allgemeine Zeitung”, al “Süddeutsche Zeitung” o a los semanarios “Le Point” y “L’Express”.
El pulso cultural lo encontraremos en “Le Nouvel Observateur” y en el “New Yorker”. Y si queremos estar al día de libros, hay que acudir a “Arts & Letters Daily” (magnífico) y al “New York Review of Books”.
Los buenos ensayos tienen cabida en “The Atlantic” (inmejorable), “Foreign Affairs” (no todo es gratis online) y “Monthly Review” (excelente).
“Le Monde Diplomatique” es otra opción para un periodismo a caballo entre el reportaje y el informe (hay que abonarse).
Para comprobar que en América existe un pensamiento crítico, hay que leer “The Nation” y “The American Prospect”.
En noticias en directo, me quedo con la “BBC”, “Bloomberg” (economía) y “AlJazeera” (una lectura diferente).
Para los más adictos al mundo económico-financiero, reservo “Zero Hedge”, “Business Insider”, “Wolf Street” y “Tom Dispatch”.
De nuestros digitales, los más completos son “Vilaweb” y “El Nacional” (buen trabajo de Antich en poco tiempo). De los españoles, destacaría “El diario” y “Público”. En papel sólo incluiría “El PuntAvui” y el “Ara” (que tienen versiones online).
Hasta aquí mis fuentes más directas. Hace ya años que abandoné las convencionales. Considero que la prensa del Estado es una basura subsidiada. Sus titulares, sus editoriales, sus gacetillas recuerdan los mejores años del Régimen franquista. No se salva nadie. Cualquier columna del antes “progresista” “El País” queda bien en la derechona caverna de “La Razón”; “El Mundo”, el “ABC” e incluso los especializados como “Expansión” huelen a naftalina. Los periódicos españoles que se editan en Catalunya (“La Vanguardia” / “El Periódico”) son tebeos antiguos, también generosamente subsidiados. El primero engañoso y torpe, el segundo rabioso y mal escrito.
No hace falta decir que esta es una opinión personal. Personal e intransferible. Si a alguien le sirve de ayuda, me daré por satisfecho.
Nota: En “De otras webs” podéis seguir el interesante debate sobre la “La Hisenda Catalana i les pensions”, a cargo de Núria Bosch i Lluís Salvadó.