SEÑALES DE ALERTA

Focus: Política
Fecha: 13/02/2014

Desde hace tiempo estoy comprometido con el proyecto de hacer de Catalunya un Estado independiente. Sólo milito en la sociedad civil. No me siento afectado por razones sentimentales respecto a la separación entre Catalunya y España. Entiendo además que los vínculos afectivos están en el orden personal y no interfieren con la asunción de Catalunya como sujeto político. Cuando comento esto con mi mejor amigo (de nacionalidad belga), coincidimos en que mezclar lirismo con racionalidad es un disparate.

Espero pues que en la última etapa de mi vida seré ya ciudadano de una Catalunya independiente. Y es por ello que contemplo desde la distancia la deriva de España. Porque la nueva España (sin Catalunya) tiene un serio problema.

No voy a hablar del pasado ni del presente. Ahí están las hemerotecas para documentarse. Voy a referirme al futuro que se visualiza a través de las encuestas de opinión, aceptando sus limitaciones. La más reciente es la que ha realizado el Gesop para “El Periódico” respecto al resultado de unas próximas elecciones generales.

Los datos son los siguientes: el partido más votado continuará siendo el PP (el del dinero negro, el de los sobres, el de los pagos a Noos, el de Gurtel, el de la Faes, el de nueva ley del aborto, el de la marca España, el de los hijos y nietos del franquismo, etc.). Le seguirá el PSOE, con su estética de primeros del XX, con la vieja guardia carrozona (lo del “espacio público común” del señor González es para echarse a llorar) y las nuevas estrellas como la señora Díaz y el señor Navarro. Entre la copla y el aburrimiento. La retórica de siempre, con un fondo rojo ya muy ajado.

Pero la auténtica novedad viene de la mano de los nuevos proyectos: la UPD podría tener más de treinta diputados y Ciudadanos (que no Ciutadans) entraría en el Parlamento con 2-4 diputados.

El caso de Izquierda Unida (que también subiría mucho) resulta lógico, como respuesta de los electores a la descomposición actual. Sobre Convergència y Esquerra no voy a comentar nada, pues espero que ya no estén en el parlamento español.

¡Y el político mejor valorado en España es el señor Rivera! Que este chico, que lo imagino en la cola de un casting para modelo de ropa “casual”, sea el político mejor valorado, es espeluznante. Hasta ahora no ha hecho absolutamente nada, ni ha dicho nada mínimamente interesante. Recuerdan el personaje central de la película “Bienvenido mister Chance”; pues el señor Rivera es una versión a peor. Y que la otra estrella del firmamento político español sea la señora Díez (que la imagino preparando un tinte en una peluquería de barrio), es parte del guión de una serie de los hermanos Marx. Eso sí, los dos - Rivera y Díez – están muy enfadados y se expresan de forma contundente. A lo mejor aquí está la clave de su éxito.

Hasta ahora me importaba muy poco, pero empiezo a preocuparme por la deriva de España. El resultado de los sondeos es una señal de alerta. Van hacia el precipicio y no se enteran.

Soy hombre de pocos amigos, pero de muchos conocidos. Algunos de estos últimos viven y trabajan en España. Les tengo particular aprecio. Lo siento por ellos. El escenario es dramático para cualquier persona civilizada, con un mínimo de sensibilidad. Y esto no tiene nada que ver con la crisis económico-financiera. Es una crisis de valores de largo recorrido a la que no veo salida.

Dicen que en Malta por medio millón de euros te dan la ciudadanía. Quizá que se lo piensen.

Nota: En esta ocasión, recomiendo el contenido de la fuente “De otras webs”, en el margen izquierdo. Su lectura (una buena colección de cromos) puede ayudar a clarificar cual es la auténtica y esperpéntica realidad de la “marca España”.

Alf Duran Corner

 

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