SMOKERS ONLY

Focus: Sociedad
Fecha: 20/01/2006

La cruzada anti-tabaco sigue su curso. El tabaco mata. Sí, como el alcohol, la contaminación, la comida basura y el aburrimiento.

El tabaco mata y agrede a los fumadores pasivos. Sí, como agreden a diario a terceras personas los automovilistas que conducen por encima de la velocidad permitida.

Todos los excesos, incluso los más placenteros, acaban pagándose.

Las grandes marcas de alcohol abogan por el “consumo responsable”. ¿ Por qué no se puede hacer lo propio con el tabaco ?.

Fumar es un placer y no tiene porqué dañar la salud si se toman ciertas precauciones. No al consumo impulsivo, no al apurado del cigarro o cigarrillo, no al fumar en ambientes cerrados.

El tabaco forma parte de nuestra cultura, desde que los españoles encontraron a los aborígenes americanos fumando unas hojas de una planta para ellos desconocida.

No podemos imaginar a Napoleón sin su rapé, al Che sin su puro, a Sartre sin su pipa , a Bogart sin su desafiante cigarrillo. Me dirán que esto es literatura, pero sólo de esto están hechos los sueños.

El primer cigarrillo es el primer signo de rebeldía, la primera ruptura con el orden establecido.

El filósofo Lin Yutang dejó escrito que fumar produce “un bienestar espiritual absoluto, una condición de percepción aguda e imaginativa y una energía creativa completa y vibrante, es decir, la condición necesaria para disfrutar plenamente de una conversación con un amigo al calor de la chimenea, para crear la calidez que requiere la lectura de un libro antiguo o para suscitar la cadencia perfecta de palabras y pensamientos del intelecto que conocemos como autoría”.

En este tema hay que recuperar los espacios de libertad y recordar a los bienpensantes que todo fundamentalismo es perverso.

Tom Hodgkinson, con su agudo sentido del humor, contaba recientemente el caso de su amigo newyorquino Tom, que recomendaba entrar en los edificios para respirar un poco de aire fresco, ya que las calles estaban llenas de gente fumando.

Seamos comprensivos, seamos responsables, seamos sensatos. Nuestro siempre admirado Sandro Pertini, luchador antifascista que llegó a Presidente de la república italiana, solía decir : “ De los fumadores podemos aprender la tolerancia. Todavía no conozco uno solo que se haya quejado de los no fumadores”.
Alf Duran Corner

 

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