SON LAS MATEMÁTICAS, ESTÚPIDO

Focus: Economía
Fecha: 31/05/2013

El mundo del periodismo está hecho unos zorros. Se ha llegado a un extremo en que los mejores periodistas se encuentran entre aquellos que se limitan a describir un espectáculo deportivo. En el campo del análisis económico, la situación es pobrísima. De hecho, hay más comentario propiamente dicho que análisis. Incluso los teóricos “especialistas” que acompañan a los comunicadores (en esas abusivas y ruidosas tertulias de café en las que siempre aparecen los mismos actores), suelen quedarse en la superficie de los temas tratados. Falta método, estudio previo y rigor. Tienen opiniones, como tienen orejas o piernas.

Será por eso que la mayoría de los conductores de los programas de mayor audiencia, en Catalunya y en catalán (tanto en radio como en televisión), acostumbran a hacer una pregunta capciosa a sus interlocutores: “Pero, vamos a ver, ¿qué es más importante, salir de la crisis económica o independizarnos como nación?”. Abundan las respuestas dubitativas o incluso aquellas que expresando una voluntad independentista lo hacen casi pidiendo perdón. Y entonces los conductores sonríen irónicamente o hacen un comentario “gracioso”, que viene a decir: te pillé.

Estos chicos y chicas deberían aprender a razonar y así mejorarían su rol como comunicadores. Les ayudaría mucho revisar algunos conceptos de las matemáticas que seguramente cursaron en su etapa como estudiantes adolescentes. Y uno de esos conceptos es la “derivada de una función”. Es muy sencillo y fácil de explicar: Es una medida de la rapidez con la que cambia el valor de dicha función matemática, según cambie el valor de su variable independiente”. O, si se quiere, y=f(x).

En Catalunya, la variable independiente es justamente la “independencia” o la “soberanía”. El resto son derivadas. Lo anterior no quiere decir que no pasaríamos dificultades cuando fuéramos independientes – la obviedad ofende – pero sí que las gobernaríamos con mayor holgura y rapidez.

La independencia de Catalunya nos permitiría:

• Tener Hacienda propia, lo que significa recaudar y gestionar nuestros impuestos. Desaparecería el 8% del PIB de nuestro crónico Déficit Fiscal.

• Disfrutar del “efecto caja”, que significa que el dinero estaría en nuestra tesorería y podríamos sacarle un rendimiento mientras no lo utilizamos.

• Invertir en las infraestructuras necesarias para que la máquina económica vuelva a funcionar con fluidez, infraestructuras hasta ahora deficitarias por el abandono a que las somete el Estado central.

• Reducir nuestro endeudamiento público, aplicando parte del excedente de explotación anual (ingresos menos gastos) a ese menester, lo que tendría una incidencia directa en el pago de intereses.

• Acudir al mercado internacional de capitales, que no estaría dispuesto a perder un país cuyos macroindicadores económicos aseguran su solvencia.

• Mantener las constantes de un “Estado del Bienestar” ajustado a las exigencias del siglo XXI.

• Reducir la carga impositiva (ahora obligada por el drenaje de recursos que se lleva el Estado central: 45 céntimos de cada euro que pagamos en impuestos), lo que estimularía la demanda, incentivaría la inversión privada y crearía empleo, con la consiguiente reducción de subsidios.

• Ajustar el aparato del nuevo Estado a las más estrictas necesidades en prestación de servicios, con un sentido de eficiencia, ligereza y racionalidad.

Y esto sólo por citar algunas de las más importantes “derivadas”. Por favor, no hagan el ridículo con preguntas trampa. Una vez más: son las matemáticas, estúpido.

Alf Duran Corner

 

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