SPAIN IS DIFFERENT
Focus: Sociedad
Fecha: 08/04/2011
Bajo la dirección de Javier Elzo, catedrático emérito de Sociología de la universidad de Deusto, y de Angel Castiñeira y un equipo de profesores de ciencias sociales de Esade, se ha realizado un profundo trabajo de investigación en Catalunya, que ha permitido aflorar los “valores” que determinan su comportamiento como nación. En definitiva, su cultura dominante.
Este trabajo se inserta en el contexto del “European Values Study”, que se viene realizando desde 1981 en toda Europa, tanto a nivel estatal como en naciones sin estado (como Escocia, Euzkadi o Catalunya). La más reciente sobre España data del 2008.
La extensión del trabajo nos llevaría a muchas reflexiones, pero me voy a ceñir a una característica específica que marca una diferencia sustancial entre Catalunya y España, y que puede explicar su inevitable desajuste.
Los autores del estudio han identificado a unos agrupamientos humanos (clusters) y los han situado en unas coordenadas en función de dos variables clave: el continuum
individuo-sociedad (énfasis en lo propio frente a énfasis en lo que afecta a los demás) y el vector
pasado-futuro (la tradición frente a la modernidad).
El agrupamiento que integra a los
tradicionalistas y más implicados en lo social es muy similar cuantitativamente en ambos territorios (un 28% de la población, aproximadamente). Son con preferencia gente mayor, religiosa, conservadora, que vota mayoritariamente a los partidos de derecha.
Entre los que se hallan más volcados hacia el futuro que hacia el pasado, deberíamos distinguir entre los más
implicados socialmente (compromiso con la sociedad), que son un 20% en Catalunya y un 18,8% en España (cifras muy similares) y los
individualistas.
Y aquí aparecen las diferencias. En Catalunya hay tres tipos de individualistas: los
cívicos (un 24,4%) que están en la frontera de la implicación, los
egocéntricos (un 10,8%) y los
pragmáticos (un 16,4%), que son como los egocéntricos pero que se apoyan en valores tradicionales, sin especial énfasis.
En España, los grupos de los
individualistas están más escorados. No hay individualistas
cívicos y el grueso “poca implicación social-futuro” es el dominante (34,6%). Pero nos falta casi una quinta parte para redondear la población y ésta se halla en el cuadrante tradición-individualismo (un 18,8%) que son descritos como
autoritarios.
Y éste es el factor diferencial más importante. Mientras que en Catalunya se da el fenómeno del
“individualista cívico” (un 24,4%) que conjuga un cierto equilibrio entre el individualismo y el civismo (tipología que no existe en España), en España surge con fuerza (un 18,8%) la tipología del
“individualista autoritario”, que no tiene ubicación entre la población catalana.
La mezcla explosiva de individualismo, autoritarismo y tradicionalismo da como resultado un ambiente pleno de crispación, de malos modos, de griterío, de insultos, de vulgaridad. Como decía Enric Juliana hace poco, España está llena de personajes que podrían aparecer en “Torrente 4”.
Y es que “Spain is different”.
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