TIREZ SUR LE PIANISTE

Focus: Política
Fecha: 14/03/2017

Con este sugerente título, François Truffaut nos deleitó a primeros de los sesenta con un relato de serie negra, en el que se aprecia el contraste entre violencia y ternura. Hay que disparar sobre Charlie, el pianista del bar que trata de proteger a sus hermanos, perseguidos por los gánsteres.

Estos días estamos sufriendo el proceso de “acoso y derribo” que una pandilla de supuestos delincuentes (hay que probarlo), capitaneados por el señor Millet, han destinado a un partido (Convergència Democràtica), con el propósito último de hundir la imagen política del President Mas, contando con la entusiasta colaboración de los representantes del poder judicial.

Como primera reflexión quisiera señalar que, para mí, transformar un juicio en un espectáculo de masas resulta denigrante. No sé quién ha autorizado las transmisiones por televisión y si los directamente afectados tienen voz y voto al respecto, o han de someterse a la autoridad competente (lo de “competente” es un decir). Siempre he considerado que el mundo del Derecho es de naturaleza privada, donde ha de dirimirse, con mejor o peor suerte, el lugar de la verdad. Transformarlo en una corrala, donde los “comunicadores” interpretan como les da la gana las declaraciones de unos y otros, me parece una aberración que cuestiona el sentido de la Justicia. Teniendo en cuenta la baja calidad del periodismo dominante, los titulares sentencian de antemano, y crean un estado de opinión favorable o desfavorable, según decida quién controla el poder del medio.

Sólo hace falta leer los titulares de panfletos como “La Razón”, “El País”, “El Mundo” o el “ABC” sobre el “caso Palau o atender las tertulias políticas de la mayoría de las emisoras de radio  y de los canales de televisión españoles (e incluso de los catalanes, por un sentido equivocado de la falsa objetividad) para darse cuenta de esa realidad. El mecanismo es muy simple: Convergència se financiaba a cambio de favores a empresas de obras públicas, Mas fue presidente de Convergència, Mas es independentista, luego, los independentistas son unos corruptos que tratan de tapar sus vergüenzas con la bandera de la soberanía.

Poco importa que al final no pueda probarse nada. Si repites machaconamente una verdad apócrifa a una masa ávida de sensaciones, ya has hecho el trabajo sucio.

No soy ni nunca he sido hombre de partido, pero fui buen “compañero de viaje” en la lucha contra el franquismo. Quizás por eso sé reconocer a los impostores. Muchos de los que ahora sueltan sus esfínteres y cargan contra el president Mas, lo son. Entre los que jugaban a las canicas y viven del relato novelado de sus mayores y los que han hecho de la fórmula angry men un sistema para vivir de él toda la vida, poco soporte argumental razonado podemos encontrar. Palabrería y gesticulación; nada más. No hay que preocuparse, al president  le sobra inteligencia y coraje para aguantar las embestidas de los españolistas de turno, de los de fuera y de los de dentro.

¡ Dejad de disparar sobre el pianista !

¿O es que todavía no os habéis enterado de que esa canción que toca, la tocan desde hace ya mucho tiempo millones de catalanes que no quieren ser ciudadanos de vuestro Estado?

Alf Duran Corner

 

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