TOCATA Y FUGA
Focus: Sociedad
Fecha: 25/08/2024
TV3, siempre a disposición de la autoridad competente (española, por supuesto), no para de informarnos sobre los recientes errores de la milicia del “gobierno de Vichy” (el sucedáneo de aquel gobierno en la Francia ocupada por los nazis) con relación a su fracaso para detener al President Puigdemont. Nos cuentan, sin el menor reparo, como tenían preparado el operativo para trasladarlo a la capital del reino.
Y nadie dice nada, en una clara expresión de un silencio cómplice que debería avergonzar a cualquier catalán honesto. Se están perdiendo los principios más elementales de la ética y del compromiso político.
Incluso el eterno responsable de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona (el “ínclito” señor Albert Batlle) se permite dejar a un lado el contencioso de las continuas peleas a navajazos en la Barcelona del Bronx (made in Colau-Collboni), y aporta su granito de arena en una supuesta detección (de detectar, no de detener), propia de una película de gánsteres de la serie B. Me vienen ganas de vomitar, aunque sea simbólicamente.
No acabo de comprender ese desviado comportamiento, a no ser que en las pruebas de selección de los "mossos d’esquadra", haya una lectura obligatoria (con el comentario pertinente) de alguna de las obras del marqués de Sade, el aristócrata desclasado anti-sistema que nadie conoce. Si es así, se comprende toda esta parafernalia de informes y explicaciones dirigidas a sus superiores.
Me imagino que en este supuesto la obra elegida habrá sido “La Philosophie dans le Boudoir”, publicada en 1795 y que causó sensación entre las élites de su época. Ese libro, construido sobre el diálogo entre cinco personajes – dos mujeres y tres hombres - (casi una pieza teatral), tiene una doble lectura. Una más superficial en torno a la sexualidad y a su proceso de aprendizaje, y otra más profunda, donde naturaleza y sociedad se enfrentan en busca de una legitimidad perdida. Imagino que las pruebas de selección - si así se han producido – quedaron limitadas al comentario del primer nivel. No creo que ni ellos, ni sus jefes directos, ni el mando superior en la cúpula de “la porra” tengan suficiente formación y sensibilidad cultural como para enfrentarse al segundo tema.
Lo más curioso del caso de esta película barata con actores amateurs mediocres es que el President Puigdemont no se fugó en el 2017, porque en aquel momento nadie lo perseguía. Simplemente se marchó y lo hizo porque consideró que era deber del President de la Generalitat (con lo que esto representaba) ejercer sus derechos de refugiado político. No era el ciudadano privado Carles Puigdemont el que se fue, sino el President de la Generalitat elegido democráticamente por su pueblo. Confundir ambas cosas es propio de gente iletrada; analfabetos funcionales les llamo yo. Saben leer y escribir, pero ni leen, ni escriben.
Y estos tipos, más avinagrados, han vuelto a la carga y en esta ocasión se han llevado una sorpresa de órdago. El President se ha presentado de nuevo en la plaza pública, rodeado de su gente, y luego se ha fugado (esta vez sí). Se ha repetido, en tono menor, el famoso episodio de las urnas, que ya está en los records del Guinness. Y esto es lo que más los subleva. Lo querían maniatado y amordazado y se han quedado con las ganas. También los “colaboracionistas” más cercanos. Tomamos buena nota de todos ellos.
Y ya que estamos en la “fuga”, pienso que la sociedad española en su conjunto padece el denominado clínicamente “estado de fuga”, un estado de amnesia parcial en el que el sujeto no recuerda su pasado ni es consciente de quien es. Quizás si lo recordara se sentiría incómodo y prefiere distraerse con otras cosas más livianas. Porque en el fondo y en todo su pasado hay sobradas huellas de un comportamiento enfermo, chulesco, violento, ignorante y megalomaníaco. Y lo peor es que no tienen remedio.
Un amigo me dice que quizás si escucharan alguna melodía de Bach de tanto en tanto, mejorarían. Tengo mis dudas, pero en esta tesitura les recomiendo una de sus grandes piezas de órgano: “Tocata y fuga en re menor”. Una delicia. Calma a los leones más hambrientos.
