UN ESCENARIO PREVISIBLE

Focus: Política
Fecha: 18/06/2015

La señora Madrigal ya avisó; lo tiene todo preparado para que el peso de la Fiscalía General del Estado ponga la puntilla (a ellos sólo les “ponen” las metáforas taurinas) en el caso de la “insubordinación” del President Mas y las conselleres Ortega y Rigau por el tema del 9N. Y esto hay que hacerlo en las proximidades de las elecciones catalanas. Sólo faltará que los tribunales españoles – que han recuperado el talante del antiguo “Tribunal de Orden Público” – disparen sobre el pianista. El Tribunal Constitucional – siempre tan solícito – ya ha abierto la veda. El propósito es inhabilitar a  la cúpula del Govern e impedir su candidatura. Hay que trabajar con esta hipótesis, por muy aberrante que parezca.

La señora Madrigal pretende mejorar la trayectoria en su puesto de algunos de sus “preclaros” predecesores, como el señor Torres-Dulce o el señor Cardenal, de cuyas hazañas tenemos buena memoria. Sus profundas convicciones religiosas (católica, apostólica y romana) impregnan su personalidad, desde que iniciara su formación en las Jesuitinas de la ciudad de Segovia. No es de extrañar que su firma figurara ya en febrero del 2008 en el “Manifiesto de mujeres ante el aborto”, destacado panfleto ultrareaccionario, que puede consultarse en las hemerotecas.

Toda esta maniobra irá precedida del bombardeo desde las instancias políticas del gobierno central y de sus obedientes plataformas mediáticas, sobre los “peligros” que entrañaría el abandono por parte de los ciudadanos catalanes del “poderoso” barco del Estado.

A primeros de septiembre surgirán nuevos casos de supuesta corrupción (antiguos, cocinados o inventados) de personalidades afines al independentismo catalán, que el entramado político-judicial hará aflorar de forma continuada.

El nacionalismo español residente en Catalunya (que sociológicamente no ha dejado nunca de ser franquista) hará el trabajo sucio desde los ámbitos de los poderes fácticos que controla – patronales de “grandes” empresas, periódicos, canales de radio y televisión, etc. – emitiendo supuestos “informes” que describan la caída progresiva del sentimiento independentista.

Las delegaciones de ventas de los partidos nacionalistas españoles en Catalunya (PP y PSOE) seguirán su política grosera de “acoso y derribo”, que es la única que dominan. Las marcas blancas que el Sistema ha creado para complementarlos (Ciudadanos y Podemos) irán todavía más lejos, ya que su escasa proyección internacional les permite ser más agresivos, en las fronteras de la sociopatía en el caso de los primeros (insultos y mentiras)  y del trastorno bipolar en el de los segundos (ahora digo que sí, ahora digo que no).

Pero después de toda esta morralla habrán unas elecciones, y nadie podrá impedir que se celebren y que los ciudadanos catalanes voten. Luego un Parlament, elegido democráticamente, hará una declaración pública por mayoría, en la que se manifieste de una forma inequívoca la voluntad de independizarse.

Y empezará un proceso, largo y complejo, tutelado por los acreedores del Estado Español, que no quieren que se les escape ni un euro de la Deuda (ni de la Pública ni de la Privada), y que pertenecen a unas culturas que – por muy acomodaticias que sean - han leído a Kant (la señora Madrigal no) y saben lo que significó la Ilustración.

Es un escenario, un escenario previsible. El Estado Español nunca han sido capaz de interpretar la voluntad de supervivencia de un pueblo. Si no fueran tan lerdos (no se puede pasar de la cabra a Internet en tres generaciones) les recomendaría que leyeran “Antifragile” de Nassim Nicholas Taleb. En él, mi admirado colega declara:

“Para comprender el futuro... necesitamos únicamente lo siguiente: un poco de respeto por el pasado, un mínimo de curiosidad por los anales históricos, apetito por la sabiduría de nuestros ancianos y haber entendido mínimamente la noción de estrategias heurísticas, esas reglas prácticas de decisión y/o actuación (a menudo no escritas) que tanto determinan nuestra supervivencia. Por así decirlo, si queremos entender el futuro, estamos obligados a dar una mayor ponderación a aquello que existe desde hace tiempo: a aquellas cosas que han sobrevivido”.

Alf Duran Corner

 

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