UN FALSO DEBATE

Focus: Política
Fecha: 14/09/2012

Siempre he creído que existe una tendencia de fondo en el genotipo catalán que nos lleva a dar explicaciones, a justificarnos, a razonar más allá de lo razonable. Ese componente pequeñoburgués (que es signo de civilización) trata de eludir el enfrentamiento y de buscar el encaje con el adversario. Es por ello que la más genuina expresión del “seny” catalán – como señalaba el maestro Vicens Vives - se condensa en la frase “No t’hi emboliquis”.

Quizás por todo ello, los principales portavoces del mundo político, económico y empresarial catalán llevan casi cuarenta años ocultando una realidad que el más sencillo análisis ponía de manifiesto: el expolio sistemático de los recursos de Catalunya por parte del Estado Español.

Pero en el último lustro, algunos guerrilleros con corbata han dicho basta y han puesto las cartas sobre la mesa. Había antecedentes notables, con especial referencia a Ramón Trías Fargas y su impecable denuncia “Narració d’una asfixia premeditada” -1985 -. Luego ha llegado el trabajo constante de Francesc Cabana (desde “37 anys de franquisme a Catalunya. Una visió econòmica” -2000- hasta “La burguesía emprenedora” -2011-), junto al rigor documental y la capacidad crítica de Ramón Tremosa ( “Estatut de Catalunya. Veritats contra mentides” -2006- y “Catalunya serà logística o no serà” – 2007-. Y por último el esfuerzo de académicos notables como Jacinto Ros Hombravella “Més val sols…” -2009- y el tándem Modest Guinjoan y Xavier Cuadras “Sense Espanya. Balanç econòmic de la independència”.

Por si hacía falta una rúbrica internacional, Kennetth Rogoff, profesor de economía de Harvard y exdirector de Análisis del FMI, considerado el académico norteamericano mejor conocedor de la realidad europea, declaraba que “Catalunya, aislada, sería uno de los países más ricos del mundo”.

Quizás por todo ello y por creerme en la obligación de comprometerme con mi país, he estudiado a fondo el tema y esta semana se podrá encontrar en las librerías “Catalunya, a la independència per la butxaca”. Hay muchas razones para la independencia, pero está claro que la económica es una de ellas, y es una razón que afecta a todos los ciudadanos de Catalunya – cualquiera que sea su cultura de origen – pues aquí pagan sus impuestos y aquí esperan recibir las contraprestaciones de ellos derivadas.

Justamente durante el tiempo en que he analizado el tema (recogiendo información, verificando las fuentes, contrastándola, integrándola, haciendo un primer diagnóstico, sometiéndolo a un test de coherencia, etc.), me he dado cuenta del falso debate que algunos políticos interesados, ciertos medios de información y los inevitables tertulianos profesionales, habían presentado a la sociedad: ¿Es viable Catalunya económicamente como Estado independiente?

La respuesta contundente es sí, sin ningún género de dudas. El debate no era éste si no otro: ¿Es viable España económicamente, sin Catalunya, como Estado independiente?

¿O es que a nadie se le ha ocurrido que éste es el auténtico debate?

Alf Duran Corner

 

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