UN IMPUESTO RAZONABLE

Focus: Economía
Fecha: 01/07/2011

La revista Forbes ha publicado, como lo hace cada año, la lista de los multimillonarios que hay en el mundo. Para esta publicación, un multimillonario es alguien cuya fortuna personal es superior a los mil millones de dólares (billones americanos). Al cambio de hoy (1 € = 1,4508 $), mil millones de dólares equivalen aproximadamente a 689 millones de euros. Una bagatela.

Los países desarrollados han prestado históricamente especial atención a los patrimonios como símbolo de riqueza, pero sus sistemas impositivos sólo han servido para gravar a la clase media, pues las grandes fortunas siempre han encontrado caminos para evadir todo tipo de impuestos. El caso del “impuesto del patrimonio” aplicado tozudamente en algunas autonomías del Estado Español ha sido un buen ejemplo de esta desigual y arbitraria carga impositiva.

Los 1.210 multimillonarios gozan de un patrimonio conjunto de 4.500 billones de dólares (trillones americanos) y acostumbran a tener sus bienes bien protegidos, a través de sociedades establecidas en confortables paraísos fiscales. No les importa cambiar de nacionalidad (se estima que 3.500 norteamericanos lo hacen cada año) o de residencia, sin con ello se ahorran algunos millones. Son una bella muestra del grado de civilidad al que ha llegado la naturaleza humana.

Pero como gozan de una bien ganada notoriedad (todos sus nombres y apellidos están en la lista citada), es fácil detectarlos. Esto es lo que pretende un comité de expertos en cooperación internacional en temas fiscales, que ha propuesto a las Naciones Unidas un gravamen anual del 1% sobre el patrimonio en dólares de estos ciudadanos. No importa donde se escondan, pagarán en cualquier caso. Y para que los Estados que los acojan colaboren en el proyecto, ese 1% se deducirá de las aportaciones gubernamentales a las organizaciones internacionales.

Ese 1% representaría este año 45.000 millones de dólares (una media de 37 millones por multimillonario). Si tienes un patrimonio mínimo de 1.000 millones, 37 millones son una bagatela.

Y con esa bagatela se pueden hacer muchas cosas. Por ejemplo, transformar el Sida que devasta el continente africano en una enfermedad crónica (es decir, una enfermedad estabilizada que permita una vida digna), como ya ha ocurrido en Occidente. Con sólo 22.000 millones de dólares se resolvería el problema que ahora padecen 33 millones de personas.

Un impuesto mundializado para un mundo globalizado. Un impuesto justo para un puñado de privilegiados.

Alf Duran Corner

 

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