UN MALDITO EMBROLLO

Focus: Política
Fecha: 08/10/2001

A raíz de los últimos atentados terroristas y tratando de encontrar explicaciones a tanta barbarie, se ha vuelto a recuperar el libro que Samuel P.Huntington publicó, en , sobre el choque de las civilizaciones.

La tesis resumida del libro de Huntington es que, acabada la guerra fría y desmoronado el bloque soviético, el único modelo posible era el mundo occidental, que emergía como paradigma. El concepto del " fin de la historia" de Fukuyama conectaba con este scenario.

Sin embargo, Huntington iba más allá y señalaba que este scenario posible no se había cumplido y que, en su lugar, habían surgido importantes corrientes que recuperaban antiguas civilizaciones, entre las que destacaba la civilización islámica.

Estas corrientes ofrecían modelos alternativos de sociedad y rechazaban las bases de la sociedad occidental, tachándola de explotadora, hipócrita y sólo interesada por el afán de lucro.

Pomposamente declaraban su superioridad moral.

Ante esta previsible situación, Huntington apuntaba que la próxima guerra sería una guerra de civilizaciones y que el conflicto yugoeslavo era un anticipo de tal estallido.

Estos días, ante la magnitud y resonancia mediática de los hechos, hemos presenciado respuestas viscerales, como la de Silvio Berlusconi o la de Oriana Fallaci. Ambos han manifestado públicamente la incontestable preeminencia de la civilización occidental frente al resto de opciones posibles.

Luego Berlusconi ha pedido excusas y la aguerrida Oriana ha vuelto a su refugio en Manhattan.

Pero lo cierto es que los actuales representantes de la pureza islámica (los chiitas que gobiernan en Irán o los sunitas que lo hacen en Arabia Saudí o Afganistán, enfrentados unos y aliados otros del gobierno norteamericano) no son precisamente un ejemplo de virtudes: su desprecio hacia la mujer, su fundamentalismo religioso, su tendencia a gobiernos teocráticos, su escaso interés por educar a sus pueblos en la libertad y la tolerancia, sus grandes corrupciones o pequeñas corruptelas, su afán de poder.

A estas alturas de la vida, nadie está para dar lecciones a nadie. Un paseo intelectual por los "ilustrados" sería provechoso. Para unos y para otros.
Alf Duran Corner

 

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