Focus: Política
Fecha: 09/12/2015
El señor Oliu, presidente del Banco de Sabadell, ya sugirió en su día la conveniencia de que el “establishment” político-económico español potenciara la creación de un Podemos de derechas. El señor Oliu andaba algo despistado, pues ese Podemos ya existía desde hacía casi diez años, aunque su papel era irrelevante y se limitaba a armar broncas en el parlament de Catalunya, a través de sus dos reputados tenores señores Cañas y Rivera.
Y lo más probable es que así hubiera seguido hasta su autoliquidación – como ha ocurrido con UP&D – pues un partido que había nacido en la confluencia de una pandilla de resentidos (señores Pericay, Espada, de Carreras, Azúa, etc.), procedentes de la “izquierda caviar”, y cuya única fuerza motriz era el anticatalanismo visceral, tenía poco futuro.
Lo que sí consiguió el toque de atención del señor Oliu es poner en marcha el aparato mediático, tanto público como privado, que desencadenó una campaña de tipo institucional para hacer de la marca Ciudadanos, y en particular de su principal “celebrity” señor Rivera, unos íconos habituales en las tertulias cotidianas de las familias españolas.
El grupúsculo en cuestión empezó a ser conocido y al poco tiempo alcanzó altas cotas de notoriedad. El señor Rivera inició su nueva carrera política haciendo declaraciones o siendo entrevistado en los medios más cavernícolas de la fauna madrileña (Intereconomía, la Gaceta, Telemadrid, la Razón), para pasar luego a los medios convencionales (Telecinco, Antena3, 8TV, ABC, el País, el Mundo, etc.). Había nacido una estrella. No sólo esto, sino que los empleados a sueldo (los autodenominados periodistas) de la mayoría de los medios madrileños y los de las provincias de la gran Castilla, lo transformaron en el gran especialista sobre Catalunya. Ocurriera lo que ocurriera, la fuente predilecta para informar era la susodicha “celebrity”.
Se comprende que el análisis de la realidad de esos medios sea tan sesgado y su diagnóstico de situación tan erróneo. Así alimentamos a las masas.
El “nuevo” Ciudadanos se vio desbordado por los acontecimientos. Más militantes, más votantes, más expectativas. Había que configurar el monstruo. Su línea argumental de inicio (anticatalanistas) se completó con una idea difusa de “regeneracionismo verbal”. Y con este pequeño montaje se podía proseguir. Ellos siempre habían sido anticatalanistas, pero eran poco conocidos. Al difundir su mensaje “urbi et orbe” se ganaban la confianza de la gran mayoría de los españoles. No sólo eran anticatalanistas, lo eran más que el PPPSOE. El cuanto al “regeneracionismo” o el mensaje de que hay que acabar con la corrupción, es un mensaje con el que todo el mundo está de acuerdo, como todo el mundo está de acuerdo en que la tierra es redonda.
Así de simple, así de contundente. Porque la contundencia es importante en una sociedad acrítica. Poner cara de enfadado consigue buenos réditos.
Sólo faltaba elegir candidatos y para ello se tenían que buscar réplicas del señor Rivera: gente joven, bien parecida, de corte moderno, aire liberal, provista de una moral de conveniencia. Así salió, por ejemplo, la señora Arrimadas, que ha pasado del anonimato a ser la jefa de la oposición en el parlament de Catalunya. Menudo carrerón.
Pero como hasta ahora todo ha estado en fase experimental, pues gobernar, lo que se dice gobernar en serio, no les ha ocupado ni un minuto de su precioso tiempo, se tenía que dar un paso más. Ellos y sus valedores saben sobradamente que en Catalunya – sea cual sea su estatus político – siempre estarán en la oposición. O sea, poco que hacer. Pero en unas elecciones generales a nivel del Estado Español podría ocurrir que tuvieran que ejercer posiciones de gobierno. Luego, había que crear un programa político o, como mínimo, un programa económico.
Ello les pilló un poco a contrapié y tuvieron que encargarlo fuera. Los señores Garicano y Conthe fueron los autores, con mayor protagonismo del primero. Resultaba un poco llamativo practicar el “outsourcing” desde un partido político, pero mirándolo fríamente fue la mejor solución. No me puedo imaginar un programa económico preparado por el señor Rivera, la señora Arrimadas, el señor Cañas, el señor Nart, el señor Cantó y el señor Girauta.
El programa económico de Ciudadanos es de “cortar y pegar”. Muchas de sus recomendaciones han aparecido previamente en los papeles de la fundación FAES del Partido Popular y en los artículos publicados en Fedea, un “think tank” madrileño de tendencia neoliberal, que cuenta entre sus patronos a lo mejor del Ibex/35: Banco Santander, BBVA, Banco de Sabadell, CaixaBank, Iberdrola, ACS, Bankia, Telefónica, etc. Es interesante observar que el presidente del “lobby” es el señor Oliu y su director general es el señor de la Fuente, economista que se hizo famoso por su invento de las “cuentas públicas territorializadas”.
Y es que el patio es pequeño y nos conocemos todos.
Ahora es cuestión de esperar a que llegue su hora (como le llegó a Henry Fonda en el western clásico de Sergio Leone). El señor Rivera está sobreexcitado y se comprende. Se imagina en la Moncloa tomando decisiones, aunque no le creemos capaz de dimensionar el impacto de este juego con fuego real. Eso sí, sabe que por mal que lo haga nunca podrá superar a su antecesor.
Alberto Rivera, la gran esperanza blanca, que ha tenido la desvergüenza de citar a Kant como referencia, sobre el que luego reconoció no haber leído ni una página.
Nota: Hemos elegido para nuestra “lectura seleccionada” de hoy un texto fácil de Kant. Se lo recomendamos especialmente al señor Rivera.