UN PROYECTO OBSOLETO

Focus: Política
Fecha: 28/06/2013

Hace ya un par de años me referí a la “quinta columna”, ese colectivo que colabora con los enemigos de la independencia de Catalunya y lo hace desde el interior del territorio.

Una buena parte de los “quintacolumnistas” son los hijos o nietos de los que fueron destinados a Catalunya al final de la guerra civil para imponer la doctrina franquista, liquidar los residuos de las instituciones civiles catalanas y cortar de raíz cualquier intento de oposición al Régimen. Catalunya era para ellos la Polonia de los nazis (de ahí su calificativo de “polacos”). Eran los “felices cuarenta”, cuando Hitler se paseaba por París y amenazaba a toda Europa. Es lógico que esos quintacolumnistas sean españolistas y abominen de la idea de una Catalunya independiente.

Pero estos resentidos habrían visto limitadas sus aspiraciones si no hubieran contado con el apoyo explícito de los catalanes de Burgos, aquellos que se pasaron al bando de los sublevados para defender sus intereses de clase. Luego regresaron a Catalunya y colaboraron con las autoridades, obteniendo importantes prebendas sin importarles lo más mínimo los efectos de la política destructiva de sus aliados fascistas sobre nuestra nación y sus ciudadanos.

Con la “democracia” (o ese amago que llaman ostentosamente así), unos y otros se disfrazaron para dar una imagen más presentable. Ahora andan preocupados porque van tomando conciencia de que el tsunami catalán pasa por encima de los políticos de oficio, y ellos temen perder sus concesiones y regalías.

Por eso practican la conspiración (algo como la “revolución permanente” de Trotsky, pero al revés), y se reúnen en diversas plataformas, sin ocultar su españolismo rancio y su pijotería tradicional. Una de esas plataformas es el “Forum del Puente Aéreo”, que tiene el propósito de estrechar lazos entre el poder central y el periférico que ellos representan. Están los de siempre, los mismos que se pasean por el Polo, el Ecuestre o el Círculo del Liceo. Y para animar sus reuniones invitan a personajes tan interesantes como el señor García Margallo, el señor Rajoy, la señora Saénz de Santamaría o la señora Aguirre.

El problema es que los pobres (y le doy un valor simbólico al código) andan errados. El “puente aéreo” entre Barcelona y Madrid es cosa del pasado. Un gran porcentaje de catalanes (y ahí están los resultados electorales para confirmarlo) prefieren otros puentes aéreos (Barcelona – Frankfurt, Barcelona – Zurich, Barcelona – Londres). Íbamos a Madrid porque no teníamos más remedio. En la capital del Estado hay demasiados funcionarios, poco negocio y mucho ruido.

No se puede vivir siempre enquistado entre los “poderes fácticos”. Como no pisas la calle, no te enteras de lo que pasa.

Alf Duran Corner

 

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