UN VISIONARIO
Focus: Empresa
Fecha: 25/11/2005
El maestro Peter F.Drucker, principal contribuidor al corpus teórico sobre el management moderno, ha fallecido en su casa de Claremont, al este de Los Angeles. Contaba 95 años y mantuvo, hasta el último momento, su plena lucidez, aunque su cuerpo sufría múltiples achaques.
Las agencias utilizan el tópico de que murió “por causas naturales”. De viejo, diríamos nosotros. En el caso de Drucker prefiero la expresión inglesa “passed away”. Se ajusta más a un personaje que ha dejado una huella imborrable en el ámbito de la gestión empresarial.
Las primeras noticias sobre este norteamericano de adopción pero de origen y cultura europea, las tuve hace cuarenta años, cuando iniciaba mi carrera como manager profesional. Se trataba de una separata extraída del libro “The effective executive”. Me pareció sugerente, cargado de racionalidad, muy bien estructurado. Algo poco corriente en la literatura al uso de aquella época. Algo inimaginable en los estilos de gestión de la España del “milagro económico”.
Ya nunca me separé de su estela. Actué como “editor” de algunos de sus libros : ”El ejecutivo eficaz”, “La sociedad poscapitalista”. Me cupo el honor de prologar la edición española de su ensayo “Sobre la profesión del management”. Todavía lo recuerdo con su permanente sonrisa, su estudiada ingenuidad y su claridad expositiva.
Drucker es de lectura obligada. Para quiénes pretendan dirigir mañana cualquier organización con propósitos definidos y para los que lo hacen hoy entre dificultades y carencias.
Cuando se le preguntaba cuál había sido su principal contribución, contestaba tímidamente que se había limitado a ayudar a alguna gente a ser más eficiente en hacer lo que debía hacerse (“the right things and the things right”).
A Drucker no le interesaron jamás las técnicas (habitual refugio de los mediocres) sino los conceptos. Eso sí, los conceptos que puestos en práctica eran capaces de funcionar, de producir resultados.
Conceptos como “la descentralización”, “la gestión del talento”, “los empleados como activos y no como pasivos”, “la orientación marketing”, “la teoría de los stakeholders” fueron algunas de sus apuestas teóricas.
Era un defensor de la economía productiva y odiaba la especulación y el “dinero fácil” que ésta producía. No le gustaba Wall Street como símbolo de esa especulación.
Era un intelectual, en el sentido genuino del término : independiente, crítico, pedagógico. También era un hombre del Renacimiento, de múltiples saberes y gran capacidad de integración.
Te echaremos a faltar querido Peter. Habíamos llegado a pensar que serías eterno. Siempre se mueren los mejores. Aunque tu ya nos avisaste con frecuencia de que a tu edad uno no ruega por una larga vida, sino por una muerte dulce. Y así ha sido.
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