UNA VENTANA DE OPORTUNIDAD

Focus: Empresa
Fecha: 07/06/2021

Loro, lorito.

El presidente de la patronal catalana de los grupos oligopolísticos y afines aquí radicados, ha declarado que hay que aprovechar la finestra d’oportunitat que ofrece la ampliación del aeropuerto. De hecho, todavía peor, se ha referido al tema en plural, como si se tratara de una serie de ventanas a cual mejor. Se lo han puesto en el guion y él lo ha soltado.

Hay que perdonarlo, ya que preside una patronal de empresarios en la que algunos, como él, son políticos profesionales en declive o altos funcionarios del Estado transformados en directivos de empresas privatizadas. De hecho, la mayoría han utilizado más la puerta giratoria que la ventana para aprovechar su oportunidad.

Esto me ha llevado a recordar otra etapa de mi vida profesional, en la que unas pocas grandes corporaciones hacían planes de futuro. En el mundo anglosajón hablar entonces de planificación estaba mal visto. Se aceptaba que las inversiones en ciertos sectores industriales (naval, química, energía, minería, altos hornos, etc.) exigieran estudios más profundos a medio y largo plazo para medir su viabilidad. Nada más. Lo que no gustaba era el concepto, ya que el capitalismo de libre mercado refutaba la idea de una planificación económica, que asociaban a los países de régimen comunista.

Pero pronto se encontró el modo adecuado y aprovechando la primera crisis del petróleo de octubre del 73 (un “cisne negro” de los de Nassim Taleb), se matizó la idea añadiendo el calificativo “estratégico”. No era un cambio cosmético sino un cambio importante. No se trataba de proyectar el futuro desde dentro de la organización sino de identificar previamente los factores críticos externos y construir luego los mecanismos adecuados para maximizar el proceso de ajuste. No era planificación sino planificación estratégica. Ese pensar desde fuera para dentro, en lugar de hacerlo desde dentro para fuera, produjo una ruptura en la gestión de las organizaciones.

La planificación se encogió y quedó en planes de acción de carácter operacional, para cumplir los objetivos que la planificación estratégica había establecido. Los conceptos de visión y misión apuntalaron el nuevo paradigma. Gurús como Bruce Henderson, Michael Porter, Fred Gluck o Bill Bain legitimaron todo ello. Si aparcamos el correspondiente folklore, a cargo especialmente de las escuelas de negocio, la idea cobró fuerza y se asentó. Era una lectura keynesiana del mercado, puesta al día. Y de ahí surgió la ventana estratégica o ventana de oportunidad. Si no se contextualiza, no se comprende nada.

Tuve la ocasión de ver unos flashes del acto reivindicativo de Esade sobre el aeropuerto, dentro de un magazín de los que TV3 sirve con un menú variado. No me voy a pronunciar sobre la conveniencia o no de esa ampliación porque no tengo información suficientemente contrastada. Tampoco sobre si existen otras alternativas para conjugar lo poco que nos queda de un pulmón verde próximo a la ciudad de Barcelona con las necesidades logísticas de una economía postmoderna. Solo me permito recordar que en el Estado español las ventanas las abren ellos cuando y como quieren, hecho comprobado empíricamente.

Vuelvo a TV3, un canal que veo esporádicamente (los canales españoles, públicos o privados nunca han sido de mi interés), pero siempre que la veo me llama la atención su “hispanocentrismo”, que incluye reportajes, noticias, comentarios e incluso colaboradores del país vecino. Hablan mucho de España, poco de Catalunya y casi nada del mundo. Hacen prácticamente lo mismo que sus competidores españoles. Todo muy triste y aburrido, aunque ellos están muy contentos porque van los primeros en el ranking.

Pensar estratégicamente es otra cosa. Es salirse de la caja, romper la monotonía del discurso. Vamos a imaginar, por ejemplo, que naciera un medio de comunicación potente, con recursos privados, que se planteara como negocio un canal de televisión catalán de soca-rel que nos contara lo que ocurre en Catalunya y lo que ocurre en el mundo, siempre desde la óptica catalana. Y que dejara las historias del país vecino para gozo y disfrute de sus competidores. Un canal que no nos explicara quien ha ganado las elecciones en la Comunidad de Madrid, ni lo que piensa el ministro español de turno, ni si en Murcia se ha declarado un incendio o en Salamanca hay cola para firmar un manifiesto contra los indultos. El resto de canales hablan de esto y más. El que quiera está bien servido.

Y ya que hemos empezado hablando de finestres d’oportunitat”, aquí hay una de gran tamaño. Sólo hay que tener dinero, coraje y asumir los riesgos.

 

 

Memorial per als desmemoriats
Alf Duran Corner

 

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