VAMOS BIEN
Focus: Economía
Fecha: 25/07/2014
Están calentando motores, en esas “escuelas de verano” que los partidos políticos organizan cada año en el período vacacional. A mí me recuerdan los “ejercicios espirituales” de nuestra adolescencia – penosos y delirantes – que ahora cuentan con el toque tecnológico de las insufribles “redes sociales”.
En esas escuelas, el partido del gobierno de la España imperial está proclamando el mensaje de que económicamente estamos en el buen camino, de que hemos salido de la crisis. Para ello se fundamentan en el termómetro oficial, que no es otro que el PIB y su teórico progreso respecto al año anterior.
Suponiendo que ese progreso estadístico fuera cierto, estaríamos saliendo de la recesión (dimensión cuantitativa) y no necesariamente de la crisis (dimensión cualitativa). Con un paro “oficial” de alrededor del 25% de la población activa y ocupando el séptimo lugar en el “Índice de la miseria” (detrás de Venezuela, Irán, Serbia, Argentina, Jamaica y Egipto), hay que hacer un ejercicio de cinismo para atreverse a cantar las excelencias de nuestra economía.
Recordemos que el “Índice de la miseria” se calcula ponderando tres variables: el nivel de desempleo, el nivel de las tasas de interés real y la tasa de inflación. Luego se le resta la tasa de crecimiento per cápita del PIB. Esto nos da una medida del empobrecimiento de los ciudadanos de cada país, de forma que a mayor índice, mayor empobrecimiento.
¿Cómo luego nos avanzan buenas nuevas? ¿Dónde está la trampa del crecimiento del PIB? Si tenemos en cuenta que estos tipos siempre juegan con cartas marcadas, hay que buscar el procedimiento que les pueda servir para legitimar el mensaje.
Y el procedimiento tiene dos cabezas: un cambio metodológico y unas estadísticas añadidas. Lo primero es que la Unión Europea y sus eurócratas (que también quieren vender una mejora para todos los miembros del club) han hecho una revisión contable con la activación de los gastos en Investigación y Desarrollo, y con ciertos gastos militares. Esta revisión puede suponer un punto y medio más de PIB (1,5%). La segunda cabeza se basa en la incorporación de buena parte de la economía penalmente ilegal (prostitución, contrabando y narcotráfico), que se estima tiene un valor del 3%. O sea, que sin hacer nada el PIB del Estado Español pasa de un valor de un billón de euros a un billón cuarenta y cinco mil millones de euros, pues esta última cifra es el sumatorio de los dos agregados (4,5%).
Si tenemos más PIB, lógicamente nos bajarán los indicadores de Déficit Público y Deuda Pública (los dos referidos al PIB). Después será fácil cocinar un poco más los datos para que la nueva serie estadística ofrezca tasas de crecimiento interesantes.
Y volveremos con las excelencias del “milagro español” como referencia mundial. Nos espera un cierre de ejercicio con los habituales muñecos del guiñol.
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